En una reciente declaración, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, anunció la declaración de emergencia carcelaria en el país debido a la serie de ataques y amenazas dirigidas a los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) en distintas instituciones penitenciarias.
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El ministro Osuna, junto con las autoridades del INPEC, expresaron profunda preocupación por el plan de violencia conocido como “plan pistola” dirigido contra los funcionarios de la entidad.
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El objetivo principal del decreto es salvaguardar la vida y la integridad de los guardias del INPEC y erradicar la extorsión y la corrupción en las prisiones del país, según explicó el Ministro de Justicia.
Según indicó Osuna, la solicitud de emergencia provino del director del INPEC, el coronel Daniel Fernando Gutiérrez. Esta medida permitirá que tanto la Policía Nacional como el Ejército refuercen la seguridad en los alrededores de las cárceles e, incluso, ingresen a ellas para restablecer el orden en caso de disturbios o situaciones que pongan en riesgo a los guardias, siempre siguiendo los protocolos establecidos.
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Además, se ha dado inicio a la segunda fase de la Operación Dominó, que consiste en allanamientos y registros aleatorios, sorpresivos y frecuentes dentro de las cárceles con la colaboración de la Policía. Esto incluirá restricciones en las visitas a los reclusos, especialmente para aquellas personas que estén involucradas en actividades ilegales o sean sospechosas de ello.
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El ministro solicitó la cooperación de las empresas operadoras de telefonía celular, ya que en ocasiones estas aumentan su señal en las áreas cercanas a las cárceles, dificultando el trabajo de los dispositivos de bloqueo instalados en esos lugares.
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La declaración de emergencia carcelaria refleja la gravedad de la situación y el compromiso del gobierno en la protección de los guardias del INPEC y el mantenimiento del orden en las instituciones penitenciarias del país.
