El 1 de mayo de 2025 marcará un hito en la historia política de Colombia, con el presidente Gustavo Petro dando inicio a la promoción de una consulta popular. Esta iniciativa se presenta como una estrategia del Ejecutivo para reactivar el poder popular en las calles, a la vez que busca anticipar la campaña electoral de 2026, en la que se elegirán nuevos representantes en el Congreso y un sucesor para la Casa de Nariño.
El presidente Petro aprovechará la conmemoración del Día del Trabajo para radicar oficialmente la consulta popular ante el Senado. Además, se prevé que este acto esté acompañado de varios simbolismos: sacará la espada de Bolívar para mostrarla al pueblo y dará un discurso en la plaza pública, instando a los ciudadanos a tomar decisiones trascendentales para el país.
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Este llamado a la consulta popular busca consolidar el apoyo a su gobierno, especialmente después del reciente fracaso de la reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado. Aunque la consulta ha sido vista como un instrumento legítimo de participación ciudadana, algunos sectores críticos del gobierno aseguran que varios de los puntos propuestos podrían haberse resuelto mediante legislación existente o decretos, lo que abre el debate sobre su verdadera utilidad.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, ha sido claro en su declaración: “La consulta va sí o sí”. Así, se anticipa que este proceso no solo es un mecanismo de participación, sino también una jugada estratégica en el marco de la contienda electoral de 2026, con el objetivo de movilizar a sus seguidores y generar una narrativa política que se pueda utilizar en las elecciones.
La consulta popular, si es aprobada por el Senado, podría llevarse a cabo en agosto de 2025, lo que le daría tiempo suficiente al Gobierno para coordinar con la Registraduría Nacional del Estado Civil la logística electoral necesaria. A medida que avanza este proceso, se espera que el tema de la consulta se convierta en el eje central de la política nacional, influyendo directamente en la dinámica electoral del próximo año.
Además, el Gobierno de Petro enfrenta un desafío adicional. Recientemente, el presidente radicó un mensaje de urgencia para una ley laboral propuesta por el Partido Liberal, que también abarca puntos que forman parte de la consulta popular. Este proyecto busca mejorar las condiciones laborales, especialmente en lo que respecta a jornadas dominicales, festivos y nocturnos, y podría convertirse en un factor determinante para los próximos pasos del Gobierno en relación con la consulta.
Con la consulta popular en marcha, el país se adentrará en un periodo de alta polarización, donde tanto el oficialismo como la oposición se preparan para usar este proceso como una bandera electoral. El resultado de esta consulta, independientemente de su éxito o fracaso, será una pieza clave en las estrategias políticas que definirán el futuro de la democracia colombiana.
¿Qué es una consulta popular y cuál es su papel en la democracia colombiana?
La consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana consagrado en el Artículo 103 de la Constitución Política de Colombia. Permite que el pueblo se pronuncie directamente sobre temas de gran interés nacional, departamental o municipal, mediante el voto.
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Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, una consulta popular consiste en una pregunta de carácter general formulada por el Presidente de la República, gobernadores o alcaldes, según el nivel territorial, para que la ciudadanía decida sí o no sobre una determinada iniciativa.
¿Cómo se realiza?
Para que una consulta popular nacional tenga validez, debe cumplir varios requisitos:
- Ser aprobada previamente por el Senado de la República (cuando es de orden nacional).
- Contar con el aval de la Corte Constitucional, que revisa si la pregunta respeta la Constitución y los derechos fundamentales.
- Ser convocada mediante decreto presidencial, una vez cumplidas las condiciones anteriores.
- Para que su resultado tenga carácter obligatorio, debe participar al menos el 30 % del censo electoral, y ganar la opción mayoritaria (sí o no).
¿Por qué es importante para la democracia?
La consulta popular fortalece la democracia participativa, al permitir que los ciudadanos influyan de forma directa en la toma de decisiones que afectan al país. Este mecanismo complementa la democracia representativa (la elección de congresistas, alcaldes o presidentes), y garantiza que temas clave no se definan exclusivamente desde los órganos legislativos o ejecutivos.
En el contexto colombiano, ha sido utilizada tanto a nivel nacional como local, aunque no es un proceso frecuente por la complejidad jurídica y logística que implica. Sin embargo, cuando se activa, representa un momento de alto valor democrático, al fomentar el debate ciudadano y permitir una expresión masiva de la voluntad popular.