Primera parte: Siloé, el barrio de Cali con más preguntas que respuestas

Siloé es el barrio de Cali con muchas preguntas y pocas respuestas, así ha quedado claro durante las protestas en el marco del Paro Nacional.

Según nos cuenta el pastor Luis Miguel Caviedes, incluso las autoridades llegan a pedir información porque lo que pasa en el barrio es un secreto.

Siloé 28 días después del Paro Nacional

Luis Miguel Caviedes, pastor de la Iglesia Colombiana Metodista, es un hombre de paz, y como hombre de paz, ha estado registrando lo que sucede en Siloé.

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No tiene partido político, ni intereses más allá de contar la verdad de lo que está pasando en el barrio.

Lo que tiene para contar es tan delicado, que incluso la administración distrital se acerca a él para obtener información porque están desconectados de la ladera de la ciudad.

Abre la entrevista diciendo que «en estos 28 días hemos estado en diferentes actividades de participación, sin embargo han habido momentos de violencia bastante fuertes y de violencia institucional».

Todo empezó el pasado 3 de mayo, pasados 6 días de protestas en la ciudad, la comunidad de Siloé se reunía en una velatón.

Esta fue en memoria de Nicolás Guerrero, Yeison Andrés Angulo, Marcelo Agredo y Miguel Ángel Pinto, jóvenes muertos en el marco del Paro Nacional.

De repente llegó la fuerza pública y sin mediar palabra, empezó a lanzar gases lacrimógenos indiscriminadamente.

No les importó nada, ni que en el acto hicieran presencia adultos mayores, menores de edad y bebés, llenaron el barrio de disparos y el helicóptero lanzaba gases por toda la comuna.

Este sería el inicio de una escalada violenta en Siloé que se mantiene hasta estos días, donde la tregua es una utopía.

Así cayeron las primeras víctimas

Todo se desarrolló en una cuadra del barrio Belisario, comuna 20 y la glorieta de Siloé, punto de ingreso a la ladera de Cali.

«En una de las cuadras del barrio Belisario, cerca a la panadería panadería La Sorpresa, ahí la policía se atrinchera a disparar y pues como a unas 3 o 4 casas, caen los 3 primeros muchachos», cuenta el pastor.

Luego, en una de las casas empiezan a atender a las personas para salvarles la vida y remitirlos a otro lugar.

Los disparos de la Policía, imposibilitaban el traslado de heridos, afortunadamente luego del asedio, fue posible trasladarlos.

La casa aún tiene marcas de balazos y luego continuó la noche de terror. Entró Policía Militar, GOES, ESMAD, y Ejército desde la parte baja hasta El Cortijo y la parte superior de la ladera.

Luis Miguel añade que «el saldo de esos ataque fue 5 personas asesinadas ese día de los cuales todavía estamos en el trabajo de acompañamiento con las familias, con los hijos porque algunos tenían hijos y en el proceso de reparación».

Siloé no volvió a dormir en paz

La comunidad no sabe cómo actuar, hay madres y padres que desean contar sus historias, pero el miedo a exponerse es mayor.

De ahí en adelante, las noches del 4, 5, 6 y 7 de mayo, no se volvieron a presentar enfrentamientos frontales pero el terror continuaba.

Fue por eso que los muchachos de primera línea se organizaron, fabricaron escudos y empezaron a protegerse. Renombraron el round point de Siloé como la Glorieta de la Resistencia.

Los enfrentamientos regresaron la tarde del 10 de mayo y esto se da, según el pastor, por hostigamientos de la fuerza pública.

ESMAD gaseó sancochada comunitaria

Hasta entonces se había presentado una tregua de hecho entre manifestantes y las fuerzas armadas, pero todo se derrumbó por una tanqueta.

El vehículo ingresó al barrio a eso de las 2:30 p.m. provocando a los manifestantes. Ingresaba, lanzaba agua y se volvía a meter en el Centro Administrativo Local Integrado CALI 20. Todo ocurrió un total de 3 veces.

Los agarraron con la cuchara en la boca y les gasearon el almuerzo provocando así nuevos enfrentamientos en la zona.

Prueba de que hasta el momento no habían enfrentamientos es que una comisión de la Arquidiócesis de Cali estaba en la zona tratando de organizar la tregua para que se mantuviera en el tiempo.

Sujetos que disparan no son de la resistencia

Un kiosko que queda entrando al barrio quedó marcado con las balas disparadas por la policía.

Ahí es que empezaron los enfrentamientos y de esa tarde es que la policía tiene unos videos donde muestran a manifestantes disparando contra los uniformados.

«Hay un video de unos jóvenes que disparan contra la policía y definitivamente yo sí tengo que decir, los pelados que estaban allí no eran los de la resistencia porque uno conoce a los muchachos», dice el pastor.

El pastor dice que este comportamiento se pudo deber a que históricamente en Siloé, debido al empobrecimiento, se han presentado problemas con personas armadas, haciendo que hasta ajenos a la protesta lleguen a velar por sus intereses.

Rechaza enfáticamente cualquier tipo de violencia y más que justificar el hecho, intentó encontrar un motivo para lo sucedido.

La resistencia se retiró para enfocarse en los heridos y la jornada de enfrentamientos se alargó hasta la 1:00 a.m. del día siguiente al 10 de mayo.

Para leer las demás partes del especial, siga los siguientes enlaces:

Primera parte: Siloé, el barrio de Cali con más preguntas que respuestas

Segunda parte: Siloé, el barrio de Cali con más preguntas que respuestas

Tercera parte: Siloé, el barrio de Cali con más preguntas que respuestas