María Ester Correa Vásquez, se considera más que una política una líder social, nacida en el barrio Las Flores en la ciudad. Con el mapa de Barranquilla en sus manos, recorre la ciudad explicando sus ejes de gobierno. Es madre de tres hijos. Abogada de la Universidad del Atlántico. Tiene una especialización en Alta Gerencia en Economía Pública de la Escuela Superior de Administración Pública. Tiene estudios de Maestría en Desarrollo Social en la Universidad del Norte. Actualmente estudia una Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía en la Universidad Minuto de Dios. Su gestión pública la ha desarrollado en el Magdalena tanto en el Distrito de Santa Marta como en el departamento. Estuvo adscrita a la Secretaría de Desarrollo Económico de Santa Marta y al Dadsa - Departamento administrativo de sostenibilidad, como jefe jurídica, en la administración de Rafael Martínez y estuvo en la oficina del PAE Programa de Alimentación Escolar en la gobernación del Magdalena, allí insertó a la población campesina como proveedores de los alimentos a nivel local.
PUBLICIDAD
¿Por qué carga el mapa de Barranquilla? ¿Qué cambios propone para las localidades de la ciudad?
Conocer el territorio es básico para mí, en el ordenamiento del territorio. No en vano el presidente Petro en su plan de desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”, parte de un eje estratégico, que es el ordenamiento del territorio. Teniendo en cuenta el agua, la justicia climática y yo le agrego la descentralización y la participación real de la ciudadanía. Barranquilla tiene cinco localidades y según lo que he investigado, esto no fue tan planificado en esa zonificación. Por eso, Barranquilla necesita que esa distribución administrativa sea más homogénea. Tenemos las localidades del Norte Centro Histórico y Suroccidente que concentran las mayores cifras de población. La localidad Suroccidente cuenta con 402 mil habitantes, que está atravesada por la ladera suroccidental, como un límite de división geográfica para dividir esa localidad y aquí hay unos barrios con unas situaciones favorables socioeconómicamente, estrato 3 y 4 y hay otros barrios con una vulnerabilidad altísima. Esto amerita la creación de una nueva localidad y la localidad Norte Centro Histórico hay que dividirla entre norte y centro. La división político administrativa del territorio nos va a permitir que haya más centros de ciudad con alcaldías locales más fuertes. La participación ciudadana no hace parte de la agenda pública y las localidades no tienen unas sedes locales fortalecidas, próximas donde la gente habita, donde a la gente se le pueda proveer de todos esos servicios sociales. Que encuentren allí la oficina de servicios públicos, la oficina del Sisbén, la personería, las comisarías de familia y demás. La idea es que el ciudadano no ande peregrinando por toda la ciudad buscando los servicios de la alcaldía. Propongo dividir el territorio en siete localidades fuertes y crear alcaldías locales, con alcaldes locales, que descentralicen los servicios que presta la Alcaldía. Necesitamos activar las Juntas Administradoras Locales JAL para generar sentido de pertenencia con el territorio, para capacitar unos funcionarios, con una nueva cultura de gobernar, con un nuevo servicio hacia la gente, que pueda crear herramientas de planificación más acordes con el territorio. Y así tener más procesos de participación con los barrios, para que cada barrio formule su plan de desarrollo barrial, que a su vez va alimentando ese plan de desarrollo local.
¿Cómo piensa fomentar más generación de empleo en Barranquilla?
No podemos solamente depender de la atracción de empresas para la generación de empleo e industria porque a la gente le toca sobrevivir. Mientras se consiguen esas oportunidades, la gente se inserta en esa economía informal, el mototaxismo, el vendedor ambulante y esto comienza a generar presiones en la sociedad. Tenemos la ladera suroccidental y por ello hay que proveer a los ciudadanos de soberanía y seguridad alimentaria para que en esa zona se pueda generar la producción de alimentos. En las zonas urbanas de Barranquilla también podemos tener terrenos donde las personas puedan cultivar. Hay que ir especializando a las localidades para ir insertándolas a la oferta económica. En la zona de los caños hay familias que se dedican a elaborar muebles con madera de estibas, tenemos zonas en la ciudad ricas en lo cultural. El turismo hay que explotarlo, pero no ese paseo de cemento en el Malecón, que entra a beneficiar solo a quienes tienen la capacidad económica para establecerse allí, porque el vendedor de cocos en la canoa, no tiene para pagar una prima de 15 millones de pesos ni una mensualidad de cuatro millones de pesos, en el Malecón. Hay incluir a toda Barranquilla en esta generación ingresos, de acuerdo a las características del territorio, a la geografía, a la cultura y la historia. Si tenemos esta generación de ingresos para la gente lograremos impactar, en eso que dice el presidente Petro en la Seguridad Humana Integral, que no es solamente en la fórmula que ya conocemos del consejo de seguridad, la recompensas, aumentar el pie de fuerza, eso no funciona porque tenemos que ir a las causas estructurales del problema y allí nos articulamos con justicia social y ordenamiento del territorio, para reorganizar esos barrios que están rezagados y en la periferia en ese “apartheid criollo” que tiene la ciudad, donde se han dado las masacres y los jóvenes se convierten en obreros del multicrimen.
También puede leer: “Barranquilla necesita ser gobernada con una gerencia ética”: Marco Orozco, precandidato a la Alcaldía de Barranquilla
¿Cómo trabajaría el eje ambiental con los caños en Barranquilla?
El tema ambiental nos preocupa con la incorporación de la red de caños, que es un tema aplazado en Barranquilla. En esta administración los caños tienen que tomar ese protagonismo para sean incorporados a la oferta ambiental y paisajística. Porque los gobernantes de turno sólo se han encargado de desarrollar una parte de la localidad Norte Centro Histórico y un pedacito de Riomar. Allí se han concentrado esos esfuerzos pero toda esa Barranquilla tiene todavía esa deuda pendiente.
También puede leer: Luis Enrique Guzmán Chams propone un “cambio social” como precandidato a la Alcaldía de Barranquilla
¿De qué forma piensa recuperar el Centro Histórico de Barranquilla si llega a la Alcaldía?
Tenemos que recuperar con seriedad la restauración del Centro Histórico de la ciudad, porque son una cantidad de metros cuadrados de una belleza arquitectónica, con todo un potencial, incluso para vivienda, para que la gente pueda volver a vivir al centro y recuperar su vida nocturna. En la zona de la treinta, San Roque, Chiquinquirá hay un abandono total. Vemos que otros proyectos urbanísticos están destruyendo los bosques secos al norte de la ciudad, pero por qué no hacemos esos procesos de recuperación de viviendas e incluso hacer urbanizaciones y le volvemos a dar vida a esas zonas que se han vuelto fantasma en el centro. Barranquilla son dos ciudades. Una que se ha vuelto invisible y hay otra ciudad la “Miami quillera” y esto nos está estallando en las manos y eso se ve reflejado en el tema de la seguridad, que desborda la fronteras en una ciudad, que también se ha vuelto un paraíso para el lavado de activos. Acá, los jóvenes muertos en atentados no importan, porque “murieron en un tema de ajuste cuentas o porque tenía muchos antecedentes judiciales” y los medios de comunicación tienen la misma narrativa. Al día siguiente, esa crisis social y esa tragedia humanitaria a nadie le importa. Te pones a ver quién muere y tenía 22 años, 19 o 23 años. Barranquilla tiene que convertirse en esa ciudad real, con un desarrollo a tono con las nuevas generaciones y volver a creer en que la gente puede ser feliz aquí y puede realizar su proyecto de vida. Hay cosas que se han hecho y hay que reconocerlo y nos pertenecen a todos y no tendrían que erigir ese auto reconocimiento en los espacios públicos, como hoy lo están haciendo los gobernantes de turno, ubicando sus nombres y su imagen para que los adoren en la posteridad y han llenado espacios de la ciudad con estatuas de miembros de la familia Char ¿Barranquilla es de todos? Me pregunto.
PUBLICIDAD
También puede leer: “La mejor inversión hay que hacerla en el ser humano”: Carlos Acosta Juliao precandidato a la Alcaldía de Barranquilla
Debido a su cercanía con Las Flores conoce de cerca el proyecto del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín ¿Qué opina de esta obra?
La ciénaga de Mallorquín es un territorio RAMSAR, un humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar. Yo hice un sobrevuelo aéreo y se observa el tono de las aguas de la ciénaga de Mallorquín, que en parte es agua del río, porque hay tres canales o Box culvert, que ingresan aguas del río hacía la ciénaga, porque a los pescadores les tocó romper el Tajamar, debido a que la ciénaga se secó dos veces y esas entradas de agua dulce no fueron técnicas, porque igual entra el sedimento, que cambió las características de la flora en este ecosistema. Hay una vegetación que no corresponde con el ecosistema de manglar. En lecho de la Ciénaga de Mallorquín, ves las manchas grises, que son el lodo del río, que ataca la almeja, el caracol, el plancton y el manglar. Este proyecto debía partir por la solución técnica de los Box culvert, y ahora están pavimentando el Tajamar y no han intervenido los Box culvert. El agua del alcantarillado de la Cangrejera va hacia la Ciénaga de Mallorquín. También hay un retroceso de la barra de arena. La ciénaga tenía 1890 hectáreas, hoy tiene alrededor de 480 hectáreas. Esto, por parte de la apropiación del territorio por la población donde viven unas 750 familias, que viven en condiciones muy complejas. Mallorquín necesitaba tener una vía perimetral en el borde del barrio Las Flores. Lo que están haciendo es infraestructura turística y lanzaron unas algas a la ciénaga para limpiarla y si vas con los expertos científicos, ellos te pueden decir que allí sólo hay excremento. Antes de hacer esa infraestructura turística tenías que haber solucionado los Box culvert, hecho la vía perimetral, para detener el acceso de las invasiones a la ciénaga de Mallorquín desde el barrio Las Flores, donde hay guetos y no puedes entrar porque hay organizaciones criminales y a menos de trescientos metros tenemos la biodiverciudad que han vendido en Europa y Estados Unidos, pero que oculta esa pobreza.