Cartagena vuelve a ser noticia, pero esta vez no por un escándalo de sobrecosto sin consecuencias, sino por un funcionario que decidió actuar. Se trata de Jaime Hernández Amin, director de Distriseguridad, quien realizó una visita sorpresa a las playas para frenar abusos contra turistas.
Durante la inspección, captada en video y difundida ampliamente en redes sociales, el funcionario confrontó a operadores de Jet Ski por cobrar $120.000 por la supuesta “volteada” de una moto acuática, un cobro completamente irregular que indignó al funcionario y a los presentes.
“¿Eso vale voltearse en un Jet Ski? ¡No! Devuelva la plata ya. Aquí no vamos a permitir abusos con los turistas”, reclamó Hernández Amin.
Una ciudad bajo la lupa por los excesos turísticos
La situación refleja un problema mucho más amplio. Cartagena ha sido foco constante de denuncias por cobros excesivos a visitantes. Las quejas incluyen precios desproporcionados por alimentos como mojarras vendidas hasta por 2 millones de pesos, langostas a más de 600.000 pesos y bebidas con sobrecostos absurdos.
Además, se han documentado paseos en coche con tarifas que superan el millón de pesos por trayectos cortos, masajes improvisados en playa cobrados a 450.000 pesos por pocos minutos, y consumos en playas como Barú o Cholón que ascienden a cinco millones de pesos por servicios básicos y picadas familiares. Todo esto ha deteriorado la imagen de Cartagena como destino seguro y confiable.
Visit Cartagena: la respuesta oficial para denunciar
Como parte de las soluciones, la Secretaría de Turismo de Cartagena ha lanzado la app “Visit Cartagena”, que permite a los turistas verificar tarifas oficiales de productos y servicios, además de facilitar la denuncia de cobros abusivos.
Según explicó la secretaria Teresa Margarita Londoño Zurek, esta herramienta fue diseñada para devolverle la confianza al visitante, empoderarlo frente a estafas y generar trazabilidad de las quejas para que puedan ser sancionadas las conductas indebidas por parte de operadores turísticos.
Compromiso contra los abusos
La administración distrital ha advertido que las personas que reincidan en estas prácticas podrán ser sancionadas e incluso expulsadas de las playas. Este episodio, más allá de lo anecdótico, marca un precedente en la lucha por una Cartagena turística más transparente, justa y amigable para quienes la visitan.
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La exigencia ciudadana y la acción firme de las autoridades son claves para que el turismo siga siendo motor económico sin convertirse en terreno fértil para abusos sistemáticos.