Un nuevo capítulo de violencia e impunidad sacude el caso del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. En videos que circularon ampliamente en redes sociales, quedó registrado el momento en que un hombre —ahora identificado como Cristián Roberto Copajita de acuerdo con Noticias Uno— agredió brutalmente al menor de edad que perpetró el ataque armado contra el congresista, incluso cuando este ya se encontraba esposado y bajo custodia de las autoridades.
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El sujeto no solo lo golpeó en repetidas ocasiones, sino que, según varios testigos y registros visuales, intentó sacar un arma blanca para apuñalarlo. “Ese pirobo se gana mi puñalada porque se la gana”, se le oye decir en un video. Solo la rápida intervención de agentes de la Policía y escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) evitó que consumara el ataque.
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Lo más inquietante es que Copajita, quien incluso fue entrevistado por Noticias Uno tras los hechos —presentándose como un supuesto testigo—, desapareció posteriormente y no volvió a responder los llamados del medio. En su testimonio inicial, afirmó haber perseguido al menor tras escuchar los disparos durante el acto público de Uribe en Bogotá. Incluso llegó a enviar a los periodistas un video en el que se jactaba de los golpes que le propinó al menor.
El adolescente, que se encuentra bajo protección en la sede de la Fiscalía General, aseguró en su audiencia ante el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) que intentaron matarlo después del atentado. Reveló además que fue reclutado por un “patrón del barrio”, quien le ofreció 20 millones de pesos por dispararle a Uribe. Detalló que se movilizó usando transporte por aplicación y que permaneció horas merodeando la zona antes del ataque.
Las autoridades, lideradas por la fiscal general Luz Adriana Camargo, avanzan en la identificación de los autores intelectuales del atentado y la posible red de complicidad que rodea el hecho, incluida la extraña participación de Copajita, cuya violenta reacción levanta serios interrogantes sobre sus verdaderas intenciones y vínculos.
Estado actual de salud de Miguel Uribe Turbay (15 de junio)
Según el séptimo parte médico publicado por la Fundación Santa Fe el 13 de junio, Uribe sigue en estado crítico, pero presenta una 'leve disminución de la presión intracraneana y una estabilización del flujo sanguíneo cerebral’, lo que refleja una respuesta positiva al tratamiento intensivo.
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La clínica mantiene un manejo multidisciplinario en la UCI, con monitoreo neurológico y hemodinámico continuo, y planea realizar un nuevo examen imagenológico en los próximos días para evaluar su evolución.
Además, para protegerlo de infecciones postoperatorias, se han implementado medidas extremas: el tercer piso está cerrado, y solo su esposa, María Claudia Tarazona, y su padre, Miguel Uribe Londoño, tienen autorización para visitarlo.
Aunque la condición sigue siendo grave, los médicos resaltan como “pasos alentadores” la mejoría neurológica hasta ahora y la evolución clínica favorable dentro de lo delicado de su estado