En un mensaje difundido este jueves a través de su cuenta de X (antes Twitter), el presidente Gustavo Petro sorprendió al país al anunciar la convocatoria de asambleas municipales para votar un paro nacional. Según el mandatario, estas reuniones populares se realizarán este sábado y domingo en plazas públicas de todo el territorio nacional, y su resultado será determinante para definir si se avanza hacia una movilización masiva.
“El paro nacional debe ser un ejemplo de no violencia activa. No debe golpear clases medias ni pobres, ni la fuerza pública”, escribió el jefe de Estado, quien también pidió a las centrales obreras recibir los resultados de las votaciones populares.
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Petro insistió en que la decisión que emane de las asambleas será vinculante:
“El lunes se me informará el resultado. El presidente obedecerá la decisión popular tomada en las asambleas municipales”, afirmó, reforzando su postura de gobernar en sintonía con las bases sociales.
En su trino, el mandatario también instó a la “prensa alternativa” a divulgar masivamente la convocatoria y pidió que se garantice el acceso a la información sobre los congresistas que, según él, han votado en contra de “la libre expresión del pueblo”.
El mensaje ha sido interpretado como una fuerte presión política hacia el Congreso y como una señal de que el Ejecutivo busca apoyarse directamente en la movilización ciudadana para sortear los bloqueos legislativos a su agenda de reformas, en especial la pensional y laboral.
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Petro recalcó que este proceso debe mantenerse en el marco de la no violencia:
“Solicito que no haya violencia contra esas personas [los congresistas], pero hay que recordarlas siempre por haberse puesto en contra de los derechos de la gente trabajadora.”
El llamado del presidente ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores sociales lo respaldan como una forma de participación popular directa, otros lo ven como una confrontación con los poderes institucionales del Estado y advierten sobre posibles tensiones democráticas.