El municipio de Aracataca, en el departamento de Magdalena, se ha vuelto emblema nacional desde que Gabriel García Márquez se lanzó al estrellato en el mundo y ganó el Premio Nobel de Literatura en el año 1982. Ahora, en este municipio se desata una discusión por la vaca del escudo, ¿qué pasó?
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Todo comenzó tras la propuesta del concejal de este municipio, Aldimiro Cervantes, quien propuso incluir en el escudo del municipio un homenaje al personaje más importante que ha existido en el municipio y uno de los más importantes a nivel nacional. Los cataqueros, curiosamente, no han apoyado como él esperaba su propuesta. ¿La razón?, una vaca.
El concejal manifestó su propuesta mediante un proyecto que presentó junto con el alcalde Luis Emilio Correa, la secretaria de Desarrollo Omaris Mendoza y un grupo de cultores, como las profesoras Leonor Quesada y Vicky Peña y el escritor e historiador Amaris Bermúdez.
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Una vaca: la piedra de la discordia
La iniciativa llegó al concejo compuesto por 13 integrantes, a los que Cervantes nunca pensó que fuera tan difícil convencer, pues se trataba de un homenaje muy bien merecido al escritor. Pero la piedra de la discordia, insólitamente, es la vaca que actualmente aparece en el escudo.
La propuesta plantea que aunque inicialmente se pensó en poner el rostro de García Márquez, rápidamente se cambió la propuesta por incluir un ejemplar de Cien Años de Soledad, la obra premiada del escritor y de sus hojas abiertas saliendo mariposas amarillas.
Sin embargo, la recepción de la propuesta ha tenido un gran dilema a su alrededor, pues para incluir el libro tendrían que eliminar del escudo la imagen de la cabeza de una vaca. Los cataqueros consideran que antes de que el famoso escritor obtuviera el Premio Nobel, el municipio era ganadero y han difundido que si se quita la imagen de la vaca algo malo le va a pasar al municipio.
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Cabe mencionar que la ganadería ya no está en el mismo punto de prosperidad en el que hace unas décadas estuvo en Aracataca, ahora la economía la mueve más el cultivo de plátano o guineo, como lo llaman en el Magdalena. El racimo de este fruto también se encuentra en el escudo y la propuesta no plantea modificarlo.
El debate continuará en la comisión segunda del Concejo de Aracataca con ponencia de Bárbara Padilla, del Centro Democrático, quien incluirá además del libro, una cámara como homenaje a Leo Matiz y un pincel como homenaje al pintor Melquin Merchán.
