Muchos creen que el alcalde de Cartagena, William Dau, se está pasando con su chabacanería, que casi siempre ha acompañado sus polémicos discursos. En esta oportunidad, lo critican por las decisiones que ha tomado tras el asesinato de una niña de 10 años en un caso de sicariato en el que también murió el padre de la menor.
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El hombre recibió dos impactos de bala y murió en el lugar. Mientras que ella, fue trasladada gravemente herida a la Clínica Madre Bernarda, donde no resistió a la cirugía y finalmente falleció.
Este caso ha generado consternación en todo el Caribe colombiano y por eso le han pedido al alcalde que cancele las fiestas de Independencia de Cartagena, próxima a realizarse. Sin embargo, él se negó.
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Pero lo que molestó más a la ciudadanía no fue la decisión, sino la forma en la que entregó sus declaraciones y cómo se refirió a la familia víctima de sicariato.
El mandatario local aseguró en una transmisión en vivo que las fiestas del 11 de noviembre “no se van a cancelar”. “Las fiestas sí van”, indicó.
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Luego dijo que se contactará con la familia cuando se les pase la “lloradera”, pues cree que no es el momento adecuado para comunicarse con ellos.
“Yo pienso reunirme con ellos también. No será el día de hoy, vamos a esperar que pase el duelo inicial, la lloradera, que la gente pueda llorar a los asesinados. Ellos van a estar recibiendo mucha gente, la verdad me parece que sería de mal gusto en este momento darle el pésame porque sé que los ánimos están muy exacerbados”, manifestó.
Tras hacerse virales sus palabras, el alcalde ha sido víctima de duras críticas.
