Este jueves se conoció de un hecho sicarial que dejó dos personas muertas en la ciudad de Cartagena.
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El crimen ocurrió en horas de la tarde, cuando el comerciante de 42 años, Jaime Antonio Llorente Arcia, esperaba a sus tres hijas en un vehículo marca Toyota, a las afueras del Colegio Biffi, en el barrio La Providencia.
Cuando las menores ya se habían subido al vehículo, Llorente arrancó la camioneta blanca de placas JHU-754, y cuando se acercaban al semáforo que divide el flujo vehicular con destino a la Bomba del Gallo, fueron interceptados por dos hombres en moto, quienes le dispararon no solo a él, sino a la pequeña de 10 años, Alejandra.
El hombre recibió dos impactos de bala y murió en el lugar. Mientras que ella, fue trasladada gravemente herida a la Clínica Madre Bernarda, donde no resistió a la cirugía y finalmente falleció.
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Las otras dos menores, de 12 y 9 años, se encuentran fuera de peligro y solo una sigue hospitalizada, pues recibió un impacto en su pierna.
Por este hecho que tiene consternados a los habitantes de Cartagena, la Alcaldía subió la recompensa hasta 100 millones, por quién de información sobre el paradero de los dos sicarios.
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Alejandra soñaba con ser campeona de patinaje
La menor de 10 años, hacía parte de del club Cadistur hace cuatro años y era una destacada patinadora. Su entrenadora, Abel Paola, la recuerda como una comprometida deportista.
“Alejandra llevaba un buen proceso, iba a los campeonatos nacionales, ganaba sus medallas, siempre estaba en los primeros lugares, estaba en formación, pero mejorando día a día. Siento un dolor muy grande”, aseguró para el medio, El Universal.
Alejandra, también cuenta Abel, soñaba con ser campeona. “Siempre decía que quería ser campeona mundial, lograr muchos títulos como Jercy Puello, Andrea Cañón, Cecilia Baena y todas las grandes patinadoras que ha tenido Bolívar”.