Este jueves, el nombrado ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, confirmó que sí habrá impuesto a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Su declaración se da tres días después de que el designado director de la DIAN, Luis Carlos Reyes, asegurará no tener contemplado gravar esta bebida. “Si esta medida toca el bolsillo del colombiano de a pie no se propondría”.
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Esta propuesta tiene varias miradas, pues para unos es una buena forma de recaudar dinero de impuestos al mismo tiempo que se preserva la salud de los y las ciudadanas. Mientras que otros argumentan que es un impuesto innecesario, pues son otras las causales de los problemas de salud en el país.
Para la entrante ministra de Salud, Carolina Corcho, esta es una medida necesaria con la que buscan recaudar 50 billones de pesos, una fuente de entrada para poder mejorar la salud en Colombia.
“Los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública, porque desincentiva el consumo de gaseosas y azúcares, y reduce las enfermedades crónicas no transmisibles, podría ser una opción de recaudo para el sistema de salud colombiano”.
Esta propuesta ha sonado cinco veces en el órgano legislativo sin pasar la prueba. En julio de 2020 el proyecto fue debatido sobre las bases de instaurar un 20% de impuesto sobre el precio de venta. A pesar del impulso masivo que se le dio por parte de organizaciones sociales a este proyecto, finalmente se hundió.
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El año pasado fue la última vez en la que el impuesto tuvo un lugar de discusión, incluyéndolo en el reforma tributaria propuesta, en donde varios senadores pidieron se acordara una sobretasa que llegara de forma gradual al 25% de las bebidas azucaradas. Sin embargo, esta iniciativa tampoco prosperó.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a todos los países que esta medida se implemente como una manera de imponerle un frente a enfermedades agravantes como la obesidad, la diabetes tipo 2 e incluso la caries.
Hasta el momento, por lo menos de 70 países a nivel mundial han adoptado la recomendación de imponer el impuesto a bebidas azucaradas, siendo Colombia uno de los pocos en abstenerse de instaurar esta medida.