El presidente electo, Gustavo Petro, anunció un nombramiento más para su gabinete que se posesionará, junto a él, el próximo 7 de agosto. Se trata de la exfórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, Luis Gilberto Murillo.
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Nacido en San Juan, Chocó en 1967, estudió Ingeniería en Minas en la Universidad Estatal de Prospección Geológica de Moscú. Fue gobernador de ese departamento, bajo el aval del partido Cambio Radical. Y participó en la Alcaldía de Bogotá durante la administración de Antanas Mockus.
Al igual que varias figuras políticas conocidas en el país, el también exministro de Ambiente, fue partícipe del movimiento estudiantil de la Séptima Papeleta y la Constitución del 91. Además, durante el periodo presidencial del expresidente y actual director del Partido Liberal, César Gaviria, dirigió la Corporación para el Desarrollo del Chocó.
Mientras ejercía su gobernación en su departamento natal, Murillo fue condenado por el delito de peculado por destinación oficial diferentes. Pues habría invertido cinco millones de pesos que le habían aprobado para un plan de saneamiento ambiental en zonas mineras, en la reparación de una escuela en Andagoya que se encontraba en mal estado.
El 1 de noviembre del 2012 tuvo que abandonar ese puesto y posteriormente fue denominado por el expresidente Juan Manuel Santos, como coordinador del Plan Pacífico.
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Murillo, fue víctima de secuestro extorsivo en el año 2000 por parte de paramilitares, obligándolo a abandonar el país junto con su familia hacía los Estados Unidos.
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Tras la derrota de Sergio Fajardo en las pasadas elecciones presidenciales en primera vuelta, Luis Gilberto Murillo anunció que apoyaría a Gustavo Petro en los comicios del 19 de junio. “El Acuerdo de Paz cambió la democracia en el país y eso nos motiva a dejar las pequeñas diferencias a un lado. Hoy hacemos un acuerdo para construir el país de la paz y la tranquilidad. El país del futuro”, dijo en ese entonces el hoy embajador de Estados Unidos.
Su designación ya se había planteado días antes, pero había dudas por parte de Luis Gilberto Murillo, ya que para aceptar ese cargo, tuvo que haber renunciado a su ciudadanía estadounidense, pues las normas de ese país así lo determinan.