En las últimas horas varias familias de las 54 víctimas que dejó el incendio que se presentó al interior del patio 8 de la cárcel de Tuluá, el pasado 28 de junio en las horas de la madrugada, han asegurado que las causas de la muerte de sus familiares privados de la libertad no es por el incendio.
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Al parecer, una pelea que se habría desatado entre dos capos que estaban en el mismo pabellón, habría provocado la tragedia. Sin embargo, las versiones de los heridos que han podido relatar lo que sucedió y cómo reaccionaron los uniformados del Inpec, han generado las protestas de las familias y las dudas de lo que sucedió antes del incendio.
“Mi hijo llevaba dos años en la cárcel y yo estoy protestando porque él murió asfixiado. Uno de sus amigos me dijo que mi niño fue uno de los que primero murió ahogado por culpa de las pipetas de gas que lanzó el único guardián que se encontraba en ese momento en el patio”, dijo a BLU Radio Yolanda Cifuentes, madre de Adrián Tello Cifuentes, una de las víctimas mortales.
Luego, relató que los internos pensaron que al quemar un colchón podrían evitar la asfixia por el gas, pero todo fue peor.
“Después de la pipeta, ellos de verse ahogados pensaron que quemando un colchón iban a evadir y terminó siendo peor. Yo exijo justicia, verdad que dejen de mentir porque los muchachos no se iban a fugar”, agregó la madre.
En la protesta también participaron familiares de quienes resultaron heridos y se sumaron a la petición de verdad y justicia.
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“Mi hijo estaba en ese patio, no tenía antecedentes, le postergaban la audiencia siempre y por eso seguía ahí. Gracias a Dios se me salvó aunque se quemó. Estamos pidiendo que se descubra todo lo que están tapando y nos digan cómo fue que dejaron quemar tanta gente. Yo tengo el dolor de lo que él vivió, está trastornado, cuando duerme sueña que se quema”, dijo Julieth Cardona.
Además, indicó que la información de los traslados no fue clara y siente que lo que hicieron fue mentir.
“Lo trasladaron para Popayán y nunca nos informaron, nos mintieron porque dijeron que los llevaban para Buga, Palmira y municipios cercanos. Se los llevaron sin ropa y sin zapatos”, reveló Cardona.
Todavía en centros médicos de Cali y Tuluá se encuentran internados 15 de los heridos, ocho en UCI, tres en hospitalización y cuatro en la unidad de quemados.