Las tristes historias de los emprendedores que estaban listos para vender su comida y productos en general en el Jamming Festival no se detiene. Esta vez se llamó la atención sobre la afectación a estas personas en medio de una protesta que se instaló en la Carrera Séptima de Bogotá con Calle 49. Un grupo de personas emprendedoras que lo tenían todo preparado para asistir al Festival y poder ganar dinero además de recuperar sus inversiones, se quedaron con los crespos hechos y nadie les responde. En medio de esta situación los emprendedores han comentado que las pérdidas, sobretodo en el sector de la comida, son millonarias y los alimentos han tenido que botarse.
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En medio de la manifestación que se plantó en la vía principal de la ciudad de Bogotá este viernes 25 de marzo, tenía como objetivo llamar la atención sobre las graves pérdidas que tuvieron las personas que invirtieron cantidades millonarias de dinero para poder llevar sus negocios al Jamming Festival, a desarrollarse en la ciudad de Ibagué, Tolima.
Una de las asistentes a la manifestación explicó que el negocio de su hermana planeaba la venta de pollos asados en el Festival, para lo cual se compraron aproximadamente 5.000 pollos, los cuales dice que se van a perder porque nadie responde por la suma millonaria de dinero que invirtieron, como declaró a W Radio.
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Frente a una pila de comida que estaba comprada para ser vendida en el Estéreo Picnic, los manifestantes expresaron que esa fue solo una pequeña representación de la mucha comida que pudo haber sido donada, pero por la fortuita cancelación del Festival se perdió de un día para otro. “Tuvo que botarse la comida, no se pudo recuperar prácticamente nada, estamos aquí para que la gente sepa el trasfondo de la situación”, dijo la asistente a la manifestación.
La situación de caos se apoderó de los consumidores de boletas nacionales y extranjeros y los emprendedores que se quedaron con maletas listas para ir a disfrutar del Festival, que tenía una gran cartelera de artistas. Y es que la cancelación del Festival, que se produjo a un solo día del desarrollo del mismo, provocó una indignación que se salió de las manos de los mismos organizadores. La noticia que se conoció el fin de semana pasado, desde el viernes 18 de marzo, desencadenó en una protesta al frente de Casa Babylon, bar de los organizadores de este festival, que incluso escaló al punto de que quemaran sillones del establecimiento y se ahondaran gritos de reclamo por parte de los clientes y emprendedores.
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