Después de que la discusión sobre la legalidad del aborto en Colombia se estancara en la Corte Constitucional el año pasado, gracias un impedimento que presentó el magistrado Alejandro Linares por haberse pronunciado sobre el aborto en medios de comunicación, esta semana se reanudan las discusiones sobre un tema que ha generado todo un movimiento a favor y en contra.
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El aborto en Colombia está permitido desde 2006 -también por una resolución de la Corte Constitucional- solo para tres causales: cuando está en riesgo la salud o la vida de la madre, cuando es fruto de violación o incesto o si hay malformación del feto.En el resto de casos, según el artículo 122 del Código Penal colombiano, las mujeres (o quienes les practiquen el aborto) se exponen a hasta 54 meses de prisión.
Se estima que unas 400.000 mujeres y niñas se someten cada año a un aborto inducido en Colombia y aproximadamente un tercio de ellas sufren alguna complicación; además, el aborto inseguro es la cuarta causa de mortalidad materna del país.
“Aunque hace más de quince años se despenalizó parcialmente el aborto en Colombia, el riesgo de ser condenadas social y penalmente por abortar continúa dejando a miles de mujeres y niñas al borde de procedimientos inseguros que arriesgan sus vidas y al margen de una atención oportuna y adecuada en salud. Y es que más allá del derecho, el acceso al aborto está atrapado en prejuicios e imaginarios culturales y religiosos, que profundizan una moral basada en la culpa, el castigo y el miedo, y atentan contra la libertad de conciencia y la agencia moral de las mujeres para tomar decisiones”, escribieron en PUBLIMETRO Laura Castro González, Coordinadora de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, y Aura Carolina Cuasapud Arteaga, Abogada de CDD Colombia, defendiendo la Causa Justa.
A este movimiento se han sumado movimientos feministas así como personajes de la vida pública, exigiéndole a la Corte que tome una decisión que favorezca el derecho de las mujeres a ser verdaderas dueñas de sus cuerpos:
Sin embargo, los grupos provida están en contra de la posible medida y ejercen presión para que la Corte Constitucional no despenalice el aborto: “Los grupos provida decimos que la Corte Constitucional no nos representa y que estamos cansados de su cultura de muerte. El único derecho que existe es a la vida y es inviolable (…) no existe el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y el único que puede crear leyes es el Congreso de la República”, señaló a RCN Radio la aspirante a la Cámara de Reprsentantes por el partido cristiano MIRA, Sara Caicedo.
A favor de la despenalización, los argumentos son otros: “Colombia no solo necesita que el delito de aborto del código penal desaparezca, sino también que se desculpabilicen los cuerpos y las decisiones de las mujeres. Que se despenalicen las conciencias en un país en el que constitucionalmente se reconoce la separación entre la Iglesia y El estado. Es fundamental insisitir en que se detenga la intromisión de la moral religiosa en las discusiones y decisiones sobre la vida y la salud de las mujeres, pues esto permitirá un avance en la agenda de la democracia y en la garantía de los derechos humanos fundamentales. Y sin duda, un progreso en el reconocimiento del ejercicio pleno y autónomo de las mujeres para decidir sobre su vida reproductiva”, señalan Cuasapud y Castro González.
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Este jueves 20 de enero a las 9 de la mañana, Causa Justa está citando a un acto simbólico frente a la Corte Constitucional para reabrir el debate y que la entidad tome decisiones al respecto.
La toma de una decisión es fundamental, ya que el 22 de febrero termina el periodo del magistrado Alberto Rojas Ríos, de pensamiento liberal y a favor de la despenalización del aborto, y llega en su reemplazo Natalia Ángel, cuya posición aún no está clara.