Cuando se tratan de las leyes terrestres, existen una gran cantidad de normas por las que las personas, las empresas e incluso los gobiernos deben regirse. Pero cuando se trata del espacio, el concepto de ley y propiedad puede ser un poco más difuso ya que no existe un sentido de apropiación. Sin embargo, debido a los grandes avances de las agencias espaciales, un grupo de expertos ha decidido crear el primer conjunto de reglas para la convivencia en materia espacial.
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A medida que van surgiendo nuevos avances tecnológicos y más descubrimientos espaciales, las agencias de diversas potencias mundiales continúan desarrollando más viajes interestelares. Y sui bien este tipo de misiones suelen llevarse a cabo a favor de la humanidad, existen ciertos detalles que ponen en riesgo la paz y la seguridad, tanto en la Tierra como en el espacio.
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Debido a esto, en los últimos seis años la Universidad McGill y una gran cantidad de instituciones colaboradoras de todo el mundo han participado en la redacción del “Manual McGill sobre el derecho internacional aplicable a los usos militares del espacio ultraterrestre”.
De acuerdo con el portal Space, el manual contiene 52 reglas aprobadas por consenso por el grupo de expertos. Las normas aclaran el derecho internacional aplicable a todas las actividades espaciales realizadas en tiempo de paz y en tiempos de tensión que plantean desafíos a la paz.
Y si bien hay una gran serie de preceptos, hay algunos que destacan sobre otros y que pueden ser de gran importancia para el futuro de la exploración del universo y la seguridad en este ambiente. Por ejemplo, queda terminantemente prohibido el uso de armas biológicas, químicas y nucleares en el espacio.
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También se reitera que el espacio ultraterrestre, los planetas y los asteroides deben explorarse y utilizarse de conformidad con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas. Es decir, ningún cuerpo celeste o territorio espacial forma parte de alguna nación y debe respetarse el derecho de cada agencia de explorarlos, siempre y cuando no desencadene una acción negativa.
Además, hay un apartado que hace referencia no solo al espacio, sino también a la Tierra. En él se puede leer que ningún gobierno tiene la autoridad de alterar el paisaje espacial visto desde nuestro planeta, ya que pueblos indígenas en Canadá y Australia, como con muchas culturas y civilizaciones en todo el mundo, durante mucho tiempo han mirado a las estrellas en busca de orientación e inspiración.