La Segura, cuyo nombre real es Natalia Segura, es una de las creadoras de contenido e influencers más destacadas de Colombia, reconocida por su vibrante mezcla de humor, autenticidad y resiliencia. Originaria de Cali, ha construido una sólida base de seguidores en plataformas como Instagram y TikTok con sketches cómicos y contenido de estilo de vida, superando los 8 millones de seguidores.
Su trayectoria está marcada por una poderosa historia de superación, ya que a sus 18 años fue víctima de un ataque con arma de fuego que le causó graves daños en la médula espinal y le hizo perder temporalmente la movilidad en las piernas. A este se le suma los procedimientos estéticos que ha atravesado, incluyendo una mamoplastia, una liposucción y una intervención en la papada.
Tras la llegada de su hijo Luca, Natalia pasó de nuevo por el quirófano para tratar la gran cicatriz que tenía en la espalda baja y glúteos debido a la extracción de biopolimeros. Cabe resaltar que, en octubre del año pasado, la influencer expresó la necesidad de una segunda intervención quirúrgica, esto debido a una infección provocada por una bacteria que le causó pus y requirió atención médica urgente.
Como es de costumbre, La Segura es bastante cercana con sus seguidores por lo que hace unos días grabó algunas historias haciendo un Get Ready with Me, para contar como va tras las cirugías. Primero indicó que le realizaron una reconstrucción en los glúteos y le amarraron los músculos del abdomen, lipectomía circunferencia con una gran cicatriz en la cintura que le rodea el cuerpo.
Le puede interesar: Miss Universe Colombia habría modificado su vestido de gala a último momento: “el mismo uniforme”
Además contó que lo más aterrador para ella, es que tiene ombligo nuevo, la influencer relató que por varios días no se podía sentar, solo estar parada o acostada, también pasó los primeros días sin faja. Los comentarios hacia la influencer no hicieron falta, donde la criticaban por no aceptar su cuerpo tal como es, pero el trasfondo es todo lo que ha pasado.

