Luly Bossa es una reconocida actriz nacida en Barranquilla que ha estado en varias producciones televisivas y de teatro de país, pero su historia de vida impactó a muchos de sus seguidores tras conocer que uno de sus hijos sufría de una enfermedad degenerativa y que su crianza fue un reto que Luly enfrentó con gran altura. Lamentablemente, en las últimas semanas, la actriz compartió por medio de sus redes sociales que Ángelo Bossa, su hijo, habría fallecido tras una virosis a sus 22 años de edad. Esto último ocurrió hace un mes y aunque Luly se ha visto afectada por la partida de su hijo, ha mostrado partes de como ha llevado su duelo.
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En sus redes sociales ha ido mostrando como es su círculo de apoyo, además de las múltiples bienvenidas que dio en su familia, pues las mascotas han sido una forma de darle otro sentido a su hogar, su perrito Atila, la mascota de su hijo Lucciani, Sushi y varios de sus pequeños gatos han llenado la vida de la barranquillera de cariño. La actriz compartió por medio de sus redes sociales parte de su rutina y de la terapia que usa en ocasiones para sobrellevar más su dolor por el fallecimiento de su hijo; se trata del ejercicio, al que Luly desde hace muchos años está dedicada y comparte en redes imágenes de algunas de sus rutinas.
Pero esta en especial conmovió a sus seguidores, pues comentó que el ejercicio es uno de los momentos que más la ayuda alejar su dolor y comentó: “esto es de las cosas que más me ayudan. Respiro, sudor y sigo. Por Dios, por él y por mí. Esto no se ha acabado”, los seguidores de la barranquillera la llenaron de palabras de apoyo recordándole la gran fortaleza que ha demostrado, además de sus ganas de continuar para ampliar el legado de su hijo.
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La enfermedad que padecía el hijo de Luly
La enfermedad que padecía el hijo es la Distrofia Muscular de Duchenne (DMD), es una enfermedad genética degenerativa que afecta principalmente a los músculos. Es una forma de distrofia muscular, un grupo de trastornos caracterizados por debilitamiento progresivo y pérdida de masa muscular. La DMD se hereda de manera recesiva ligada al cromosoma X y afecta predominantemente a los hombres, aunque las mujeres pueden ser portadoras de la mutación genética.
Los síntomas de la DMD generalmente se manifiestan en la infancia temprana, y los niños afectados pueden tener dificultades para caminar, debilidad muscular progresiva, dificultades respiratorias y problemas cardíacos. La enfermedad generalmente progresa rápidamente, y los pacientes con DMD suelen perder la capacidad de caminar en la adolescencia, la esperanza de vida suele estar reducida.