El pintor y escultor colombiano Fernando Botero, el artista colombiano más célebre, conocido por sus esculturas de voluptuosas figuras, falleció este viernes a los 91 años de edad y dentro de sus obras también hubo espacio para el fútbol y el ciclismo.
PUBLICIDAD
El artista, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, seguía pintando en su estudio hasta que sufrió una neumonía por la que tuvo que ser ingresado, pero el jueves salió del hospital para recuperarse en casa.
Su hija Lina Botero, en declaraciones a Caracol Radio, explicó que falleció en Mónaco esta mañana: “Llevaba cinco días bastante delicado de salud porque había desarrollado una neumonía”.
Vea también: Nuevo escándalo en la selección de España femenina sorprende al mundo
“Murió con 91 años, tuvo una vida extraordinaria y se fue en el momento indicado”, expresó su hija, conmocionada, que le recordó como una persona “que dedicó su vida a su país, que fue el tema de su obra artística”.
Fernando Botero y su aporte al deporte
La obra más famosa del maestro sobre el deporte fue hecha en el año 2022 con un cuadro en el que varios niños estaban jugando fútbol.
A su vez, tuvo un encuentro con Radamel Falcao García al que le pintó un Tigre como homenaje a su remoquete y se lo firmó poniendo: “Tigre Falcao”.
PUBLICIDAD
El ciclismo también fue una de sus grandes pasiones, amigo de Ramón Hoyos Vallejo, ganador de cinco Vueltas a Colombia, lo plasmó con su obra: ‘La apoteosis de Ramón Hoyos’.
Una vida dedicada al arte
El pintor estudió en Colombia y en la Real Academia de Arte de San Fernando, en Madrid, y empezó a exponer en la década de 1960 en Estados Unidos, con una primera muestra en el Milwaukee Art Center donde comenzó a mostrar su característico estilo figurativo.
Vea acá: A los golpes terminó integrante del Jumbo con la policía en la Vuelta a España
Botero deja atrás una larga obra artística; desde su característica y peculiar Mona Lisa a las parejas de gruesas formas bailando, pasando por sus esculturas que adornan los rincones del mundo, pero sobre todo su natal Medellín, a la que ha regalado decenas de obras.