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El campo que florece con propósito: cuando la sostenibilidad también se siembra

En Colombia, sembrar con propósito es también una forma de cosechar futuro, y contribuir a una casa más próspera, incluyente y verde.

Agro Sostenible
Agro Sostenible

En las montañas de Manizales, donde el verde tiene más de un tono, una finca tradicional decidió mirar el campo con otros ojos. La Hacienda El Bosque se convirtió en un ejemplo de cómo la sostenibilidad puede transformar no solo un paisaje, sino también una comunidad entera. Con el respaldo financiero de Davivienda, esta finca pasó de la producción ganadera convencional a convertirse en un destino de conservación y turismo de naturaleza.

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El cambio empezó con decisiones concretas: reforestación de zonas degradadas, protección de cuencas hídricas, creación de corredores biológicos y la instalación de biodigestores que permiten aprovechar los residuos de la ganadería. Hoy, más de 140 especies de aves sobrevuelan su territorio, y el canto del tucán se mezcla con las cámaras de turistas que llegan atraídos por el aviturismo. La finca, que antes vivía de la ganadería, hoy vive también de la contemplación, de la educación ambiental y del turismo rural.

“Los beneficios han sido grandísimos. Este acompañamiento financiero nos ha permitido crecer exponencialmente, mejorar nuestra propuesta de valor y generar desarrollo regional. Cuando una finca prospera, también lo hace la comunidad que la rodea”, afirma Juan Martín Pérez, gerente de la Hacienda El Bosque.

Pero esta no es una historia aislada. En Tolima, la asociación Asepropaz reúne a 300 familias, 80 % mujeres y víctimas del conflicto armado, que encontraron en el café especial sostenible una nueva forma de vivir en paz. Gracias a créditos asociativos respaldados por el Fondo Agropecuario de Garantías y Davivienda, estas familias lograron exportar su producto, fortaleciendo sus finanzas y su autoestima colectiva.

La Casita Roja ha sido clave para que estas iniciativas florezcan. Solo en 2024, Davivienda financió 47 asociaciones agrícolas con más de $35 mil millones, consolidando su papel como aliado del agro sostenible. Su visión va más allá del crédito: impulsa modelos que regeneran los ecosistemas, promueven la inclusión rural y abren nuevas oportunidades para mujeres y jóvenes campesinos.

Davivienda entiende que el futuro del país se cultiva con propósito. Porque cuando la banca, el campo y la naturaleza trabajan juntos, florecen nuevas formas de progreso: más limpias, más justas y más duraderas.

En Colombia, sembrar con propósito es también una forma de cosechar futuro, y contribuir a una casa más próspera, incluyente y verde.

       

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