Al centrocampista Sevilla, Iván Rakitic, le lanzaron un vaso en plena entrevista postpartido tras el empate de su equipo 1-1 en el campo del Wolfsburgo alemán.
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El croata fue convocado por la televisión para la entrevista, al ser el autor del gol de su equipo y cuando estaba en plena charla sufrió el ataque: desde la tribuna lanzaron un vaso que impactó contra la valla publicitaria.
No pasó de un susto y una anécdota a la que el propio jugador le quitó dramatismo: «no pasa nada, la emoción que hay en el campo la hay igual en la grada», decía el futbolista.
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Rakitic reconoce que se complicaron solos
«Es una pena, pero reaccionamos. Seguro que iremos para adelante. Nos merecíamos llevarnos algo para casa, perder habría sido peligroso», añadió Rakitic en declaraciones a Movistar.
El futbolista balcánico confesó no haber «visto la jugada del penalti» que él convirtió en el empate a uno, pero mostró su «confianza en los árbitros» y señaló que, «una vez pitado, debía aprovecharlo». «Quería meterlo para darle una alegría al equipo y a la gente», manifestó.
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El argentino Lucas Ocampos, por su parte, se marcha «a casa con un sabor amargo porque» cree que el Sevilla no fue «inferior» y pudo «haber ganado», si bien admitió que «no perder en esta competición es muy importante». «En los partidos de después del parón se intentará encauzar la clasificación», agregó.
Con EFE