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Adrián Napolitano, el hincha de Boca Juniors que lanzó gas pimienta a los futbolistas de River Plate y ocasionó que se suspendiera el partido de octavos de final de la Copa Libertadores, aceptó su culpa por el escándalo, pero no irá a la cárcel.
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Conocido como «El Panadero», el aficionado que provocó lesiones en la piel y ojos a cuatro jugadores de River, luego de arrojar el químico antes de que iniciara el segundo tiempo del último clásico argentino, no pasará tiempo tras las rejas.
Aunque luego de que fuera identificado como el principal agresor se rumoró que iría a la cárcel, el juez Carlos Ponte concedió el pedido de eximición de prisión pedido por Javier Raiman, abogado del «Panadero», al considerar que no era un delito que debía pagarse con la pérdida de libertad.
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«Se me vino el mundo encima. Lo que hice fue sin darme cuenta de las consecuencias que generaría», indicó Napolitano a la radio argentina «Mitre».
En tanto, Boca Juniors fue castigado con la eliminación en la Libertadores, una multa de 200 mil dólares, cuatro partidos como local a puertas cerradas y cuatro como visitante sin la presencia de sus hinchas.