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Desde Cartagena, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, quien acompañó la ceremonia de firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc, aplaudió la iniciativa e invitó a todos los caleños a apoyar cualquier acto que pretenda buscar frenar la violencia.
“El mundo entero acompaña la firma del acuerdo de paz en nuestro país, y este es el mensaje, que la paz, el diálogo y el perdón, es el único camino que tenemos los colombianos para consolidarnos, para promover el progreso y el bienestar de todos”, aseguró el mandatario.
Armitage añadió que después de 52 años de guerra, los colombianos tenemos la obligación de contribuir a escribir una nueva historia, donde esta firma del acuerdo de paz, se traduzca en bienestar. “Después de tanta barbarie, nos llegó la hora de empezar de nuevo y solo podemos hacerlo si perdonamos, tal como lo están haciendo hoy miles de víctimas”.
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El mandatario enfatizó que el apoyo al Sí o al No para el próximo domingo, 2 de octubre, no debe ser un dilema político. “No se trata de apoyar a Santos o a Uribe, se trata de expresarnos, si queremos vivir en paz y si estamos dispuestos a apostarle a este nuevo camino que hoy se abre”.
Armitage recalcó que ahora, cuando llega la etapa de posconflicto para el país, Cali trabajará para ofrecer más y mejores oportunidades laborales para las víctimas. “Solo así se construye paz”, subrayó.
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En efecto, Cali es desde hace varios años el epicentro de escenarios de posconflicto en el país. Desde hace unos 13 años desmovilizados de todos los bandos comenzaron a llegar a la ciudad, para tratar de reincorporarse a la vida civil.
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La cercanía geográfica de la capital vallecaucana hace que congregue a excombatientes de los grupos paramilitares, retirados por lesiones de las Fuerza Pública y exmilicianos de la guerrilla.
En la actualidad, son unos 980 desmovilizados los que se encuentran en proceso de reintegración en Cali. En el Valle son 2556, de los cuáles 379 ya culminaron su ruta de reintegración.
