Después de 18 días secuestrado, fue liberado Lyan José Hortúa, el niño de 11 años que había sido raptado de su vivienda en Jamundí, Valle del Cauca, en un hecho que generó preocupación nacional. La liberación se dio en zona rural de ese departamento, en los límites con el Cauca, donde una comisión humanitaria de la Defensoría del Pueblo recibió al menor.
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El rapto del niño ocurrió en circunstancias que apuntan a una presunta responsabilidad de disidencias de las Farc, específicamente del grupo que lidera alias ‘Iván Mordisco’, una estructura armada que opera en esa región del suroccidente del país.
Tras conocerse su desaparición, organismos de seguridad desplegaron un operativo para dar con su paradero, mientras que organizaciones defensoras de derechos humanos exigieron su pronta liberación. La familia del menor también había hecho llamados públicos para que le respetaran la vida y fuera regresado sano y salvo.
Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre las condiciones en las que se encontraba el niño al momento del encuentro con la comisión, ni sobre si hubo intermediación humanitaria adicional. Autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer lo ocurrido y dar con los responsables del secuestro.
El secuestro se produjo cuando un grupo armado ingresó violentamente a la vivienda de la familia, al parecer con el propósito de capturar al padrastro de Lyan, quien respondió al ataque con un arma de fuego.
Al no lograr su objetivo inicial, los atacantes optaron por llevarse al menor y a una empleada del hogar, quien fue dejada en libertad pocas horas después.
Desde el inicio del secuestro, la Defensoría del Pueblo, la Misión de Verificación de la ONU y la Arquidiócesis de Cali iniciaron gestiones con las disidencias de ‘Mordisco’ para lograr la liberación del menor. Estos esfuerzos dieron resultado, aunque por ahora se desconoce si hubo pago de algún rescate.
“No queremos más noticias de dolor, menos cuando se trata de niños y niñas”, expresó Iris Marín, defensora del Pueblo.
El pasado martes 20 de mayo, tras casi 20 días sin información sobre el paradero de Lyan, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado público a los captores para que “desobedecieran a sus jefes” y dejaran en libertad al niño.