El crimen que acabó con la vida de Jean Claude Bossard, joven barranquillero de 29 años asesinado en medio de un intento de robo en el norte de Bogotá, sigue estremeciendo a Colombia y ahora también a Francia. Su primo, Sacha Bossard, rompió el silencio con un testimonio conmovedor, cargado de dolor, memoria y una profunda exigencia de justicia. Sus palabras se han convertido en una radiografía emocional del impacto que dejó la muerte del joven en su familia y en quienes lo conocieron.
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En su mensaje, Sacha describe la imposibilidad de poner en palabras la magnitud de la pérdida. “Hablo con un dolor que no sé cómo explicar. El 2 de diciembre me arrancaron a mi primo, alguien con quien compartí algunos de los momentos más felices de mi vida”, escribió. Para él, el asesinato de Jean Claude fue un golpe que le quebró el alma: “Lo mataron por un teléfono, y desde ese día siento como si una parte de mí también hubiera sido asesinada”.
Caso Jean Claude Bossard: el clamor de su primo francés reabre el dolor y las preguntas por su muerte en Bogotá
El joven francés recuerda las vacaciones que pasaron juntos en Colombia, llenas de días luminosos que ahora se han convertido en puñales de memoria. Evoca las jornadas en jet ski, las risas con niños, las caminatas, los brindis nocturnos donde hablaban de sueños y de lo que los hacía felices. “Nunca imaginé que esos momentos serían los últimos”, afirma. Para Sacha, Jean Claude no era solo un primo: era su “hermano de alma, compañero de aventuras, alguien que lo hacía sentir en casa incluso estando lejos”.
Destaca también la bondad, los valores y la nobleza que definían a Jean Claude. Lo describe como “una buena persona, alguien con luz propia, un hombre que amaba la vida y que irradiaba alegría”. Su dolor es tan profundo que “duele respirar, duele pensar en él, duele cualquier foto”. El vacío que deja su risa, su abrazo y su presencia es insoportable: “No merecía este final. Nadie merece morir así”.
Sacha también dirigió su mensaje hacia Colombia, expresando admiración por el vínculo de Jean Claude con su país y, al mismo tiempo, una crítica frontal a la inseguridad que rodeó su muerte. Señaló que el asesinato de su primo evidencia la “falta de una seguridad real en Bogotá”, una ciudad donde —dice— la violencia golpea con fuerza a ciudadanos indefensos.
Mientras la familia enfrenta el duelo, la reconstrucción de los hechos avanza gracias a un video clave. A la 1:30 de la tarde del 2 de diciembre, en la avenida 19 con calle 108, dos delincuentes en motocicleta abordaron a Jean Claude para robarle su mochila. Tras oponerse, le dispararon a quemarropa. Sin embargo, la reacción inmediata de un patrullero en bicicleta frustró la huida de la banda delincuencial y permitió neutralizar a los agresores, una acción que hoy es pieza central de la investigación.
En Francia y en Colombia, el nombre de Jean Claude Bossard resuena como símbolo de una vida noble apagada por la violencia. Su primo Sacha lo resume con una frase que retumba entre quienes lo amaban: “Llevo tus recuerdos, tu luz y tu amor conmigo. Mientras yo viva, tu historia no se apagará. No te voy a olvidar nunca”.

