La noche avanzaba tranquila en el barrio La Sierra, en la localidad de San Cristóbal, en el sur de Bogotá, cuando a las 8:28 p. m. todo cambió de manera abrupta. Vecinos conversaban en las esquinas, algunos niños jugaban cerca de la vía y varios vehículos permanecían estacionados a un costado de la calle. En cuestión de segundos, una escena de convivencia se transformó en una tragedia que hoy tiene a una familia entera luchando por la vida de dos menores.
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Según quedó registrado en las cámaras de seguridad, un taxi de placas VDW626 descendía por una de las vías principales del barrio a gran velocidad. En un punto de la pendiente perdió el control, se subió al andén y terminó arrollando a 11 personas. Algunas motocicletas estacionadas lograron amortiguar parte del golpe, permitiendo que varias personas escaparan por centímetros. Sin embargo, cuatro menores quedaron atrapados debajo del vehículo.
Conductor en estado de embriaguez dejó a dos hermanos en estado crítico en el sur de Bogotá
Las imágenes muestran a los vecinos, en estado de shock, tratando de levantar el taxi entre gritos y llanto. Motociclistas, transeúntes y comerciantes corrieron para ayudar. En medio del caos, dos uniformados de la Policía llegaron para interceptar al conductor, quien, según se confirmaría después, se encontraba en estado de embriaguez.
A la zona llegaron más de cinco ambulancias mientras paramédicos y vecinos colaboraban para trasladar a los heridos. De los lesionados, cuatro son menores de edad, y dos de ellos permanecen en estado crítico en el Hospital Santa Clara. Se trata de Estefanía y Martín, hermanos, quienes recibieron el impacto directo.
La familia sigue aferrada a una esperanza mínima. Jorge Arturo, padre de los menores, expresó su dolor ante las cámaras:“Yo lo perdono a él, pero que le caiga el peso de la ley. Acabó con la vida de dos niños por ser inconsciente”.
Sin embargo, la situación médica es devastadora. Heidy Miranda, familiar de los niños, reveló la gravedad:“Estefanía tiene muerte cerebral y Martín igual”.
¿Quién es el taxista implicado?
El conductor del taxi fue identificado como Eduardo Chala, de 56 años. Fue capturado en el lugar del accidente. Las autoridades confirmaron que conducía bajo los efectos del alcohol.
Según el coronel Jhon Silva, comandante de la Policía de Tránsito de Bogotá:“Se puede establecer que el conductor se encontraba bajo los efectos de bebidas embriagantes. El dictamen determinó que tenía grado dos de embriaguez”.
¿Qué significa tener grado dos de alcoholemia?
El grado dos de embriaguez corresponde a una concentración de entre 100 y 149 mg de etanol por cada 100 ml de sangre, lo cual puede equivaler aproximadamente a cuatro cervezas o dos copas de licor. Este estado altera significativamente los reflejos, la capacidad de reacción y el control del vehículo.
Las sanciones por conducir en este estado son severas:
- Suspensión de la licencia de conducción por cinco años en primera ocasión.
- Inmovilización del vehículo entre 6 y 20 días.
- Posibilidad de multas económicas.
- En casos con víctimas, el conductor puede enfrentar cargos penales como lesiones personales u homicidio.
Por ahora, Chala enfrenta el delito de lesiones personales, aunque la familia insiste en que la calificación debe ser revisada tras el estado crítico de los menores.
“Destrozaron a una familia. Ese señor qué pensaba para coger su carro y manejar tomado”, cuestionó Heidy.
La voz de un padre que solo tiene fe
La escena más dolorosa la transmite el padre, Jorge Arturo, con un mensaje que conmueve al país:“A mis hijos los amo y los adoro, pero si es de Dios que no estén más con nosotros, se los entrego a Él. En algún momento nos vamos a encontrar”.
Luego hizo un llamado urgente a la sociedad:
“No tomen cuando estén manejando. Mire las consecuencias. Hoy me pasó a mí, mañana le puede pasar a usted”.
Un barrio marcado para siempre
En La Sierra, los vecinos aún repasan los últimos segundos antes del impacto. Un instante dividió la noche en un antes y un después. La calle sigue siendo la misma, pero la vida de esta familia y de toda la comunidad cambió para siempre.
El caso continúa en investigación y la familia espera que haya justicia.

