La investigación que adelanta la Fiscalía General de la Nación por el asesinato del joven universitario Jaime Esteban Moreno, de 20 años y estudiante de la Universidad de los Andes, ha revelado nuevos elementos que refuerzan la hipótesis de premeditación en el ataque. Un informe técnico de 179 páginas, al que tuvo acceso Noticias Caracol, incluye mensajes, videos, testimonios, historia clínica y más de 38 fotografías que registran los minutos previos, durante y posteriores a la agresión ocurrida el pasado 31 de octubre, después de una fiesta de Halloween en el oriente de Bogotá.
La frase “No que mucho kick boxing”, registrada en audios recuperados por los investigadores, hace parte de los elementos que demostrarían que los agresores celebraron, incitaron y alentaron la violencia, aun cuando la víctima ya se encontraba en el suelo y en estado de indefensión. La Fiscalía sostiene que este tipo de expresiones dan cuenta de una intención sostenida de causar daño grave, lo que desmonta la versión inicial de “riña espontánea”.
“No que mucho kick boxing”: Fiscalía señala posible premeditación y celebración durante la golpiza que terminó con la vida de Jaime Esteban Moreno
El proceso se concentra actualmente en el primer y único capturado, Juan Carlos Suárez Ortiz, quien fue imputado con el delito de homicidio agravado en calidad de coautor. La Fiscalía solicitó una pena entre 480 y 600 meses de prisión, es decir, entre 40 y 50 años de cárcel. En la diligencia, el Juez 37 de Control de Garantías, José Alejandro Hofmann, ratificó que las pruebas indican que Suárez actuó de manera coordinada con un segundo agresor, Ricardo Rafael González, quien permanece prófugo.
La reconstrucción de los hechos
Según el informe, la agresión ocurrió en la calle 64 con carrera 15, en inmediaciones de la discoteca Before +, en Chapinero, donde se celebraba una fiesta de disfraces. El amigo de la víctima, Juan David, relató que un hombre con el rostro pintado y sin camisa golpeó a Jaime Esteban por la espalda, haciéndolo caer al suelo. Posteriormente, un segundo hombre intervino para continuar la agresión con puños y patadas dirigidas especialmente al rostro y al tórax.
Las 38 fotografías contenidas en el expediente muestran hematomas severos, inflamación ocular, golpes en la mandíbula y lesiones craneales. La necropsia reveló un trauma craneoencefálico severo, con afectación de órganos vitales como el cerebro y el pulmón. Pese a los esfuerzos del equipo médico del Hospital Simón Bolívar, el joven falleció horas después.
La captura y el silencio sobre el segundo agresor
A cinco cuadras del lugar, en la calle 69 con carrera 14, agentes de la Policía hallaron a Suárez Ortiz y dos mujeres. Los tres reconocieron haber participado en una “riña”, pero guardaron silencio sobre el paradero del segundo agresor. Posteriormente, las mujeres quedaron en libertad, aunque continúan vinculadas al proceso.
La Fiscalía confirmó que Ricardo Rafael González, de 22 años y oriundo de Cartagena, habría renunciado a su trabajo y planeado trasladarse hacia la Costa Caribe para evadir a las autoridades. Una orden de captura está en trámite.
Pruebas contundentes
El abogado de la familia, Camilo Rincón, explicó que existen cuatro pruebas determinantes:
- Un testigo directo de los hechos.
- Captura en flagrancia del acusado.
- Video que registra parte de la agresión.
- Autopsia forense, que confirma que los golpes fueron la causa directa de la muerte.
“Este no fue un impulso. Hubo continuidad, incitación y ensañamiento. La frase ‘No que mucho kick boxing’ y otros mensajes revelan que no se trató de defensa ni accidente”, sostuvo el abogado.
La familia exige justicia
La familia de Jaime Esteban Moreno solicita la captura inmediata del segundo agresor y una pena ejemplar. Para ellos, la evidencia sugiere que el joven fue víctima de una agresión prolongada y validada entre los agresores mientras él estaba indefenso.
“La sociedad no puede permitir que un homicidio sea disfrazado de riña”, afirmó Rincón.

