La muerte de Harold Aroca, un joven de 16 años, continúa envuelta en un misterio que conmociona a Bogotá. Su cuerpo fue hallado sin vida el pasado 10 de agosto en los cerros del sector de Los Laches, en la localidad de Santa Fe, con impactos de bala y signos de tortura.
Harold desapareció el 5 de agosto, después de salir de su casa rumbo a un entrenamiento deportivo. Horas después, su madre, Carolina García Clavijo, inició una intensa búsqueda que terminó en tragedia. La familia llegó al lugar del hallazgo guiada por un mensaje anónimo publicado en redes sociales, lo que despertó aún más interrogantes sobre el caso.
Con el avance de las investigaciones, surgió un detalle clave que podría cambiar el rumbo de las hipótesis. Según contó la madre a City TV, un día antes de su desaparición, el 4 de agosto, Harold comentó en su colegio que sabía quién había cometido un homicidio días antes, presuntamente relacionado con el asesinato de un integrante de la banda Los Laches. “Dicen que ahí del salón se salió la información”, relató Carolina, sugiriendo que ese comentario pudo llegar a oídos de los posibles responsables. Estas serían las ultimas palabras del joven en el colegio que habrían sido las causantes de su secuestro y posterior muerte.
Una de las principales hipótesis de los investigadores es que la organización criminal habría tomado venganza por la información divulgada por el adolescente. Además, se encontró un papel en uno de sus bolsillos con un mensaje escrito que decía “JAAJAJA por sapo”.
Otra línea de investigación apunta a que Harold habría sido instrumentalizado por bandas dedicadas a la venta de estupefacientes, siendo víctima de la guerra territorial entre estas organizaciones. Sin embargo, su madre rechaza tajantemente esta versión, asegurando que su hijo era un joven ajeno a cualquier actividad ilegal.
La mujer exige justicia y que el crimen no quede en la impunidad. “Ya que no me ayudaron a recuperar a mi hijo vivo, quiero justicia”, declaró, recordando además un video en el que se ve a Harold rodeado por cinco hombres, señalados como los principales sospechosos.
Por ahora, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer lo sucedido y dar con los responsables. Mientras tanto, la familia de Harold vive con la incertidumbre y el dolor de no saber con certeza qué motivó su asesinato.