Se dieron a conocer nuevos detalles de la captura de Freddy Castellanos, un hombre de 36 años que fue enviado a la cárcel esta semana por haber abusado sexualmente de al menos tres menores de edad en el hogar infantil Canadá sede F, ubicado en la localidad de San Cristóbal, en el sur de Bogotá. Además, se reveló que Castellanos administraba el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), una institución responsable de la protección y cuidado de los niños en el país.
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Castellanos, quien llevaba 10 años ejerciendo labores de docencia, fue detenido el pasado 6 de mayo y posteriormente enviado a la cárcel La Modelo. La Fiscalía, en un comunicado oficial, explicó que, tras analizar las denuncias recibidas formalmente, las valoraciones realizadas a las víctimas por un equipo especializado de psicólogos e investigadores, y los dictámenes periciales de Medicina Legal, lograron establecer que el agresor habría aprovechado su condición de cuidador para simular juegos con menores de tres años y someterlos a actividades de tipo sexual entre marzo y abril del presente año.
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El caso salió a la luz pública después de que una menor de edad le confesara a su madre que Castellanos le daba besos en la boca y en sus partes íntimas. A partir de esa denuncia, se sumaron otros dos procesos formales ante la Fiscalía, lo que llevó al ICBF a cerrar de manera temporal y preventiva ese hogar infantil. Además, los otros niños que asistían a esa unidad fueron reubicados en otros hogares comunitarios de la capital colombiana, garantizando así su protección y bienestar.
Así fue la captura de Castellanos
En las últimas horas, Noticias Caracol reveló detalles exclusivos sobre la captura del agresor, que fue resultado de un trabajo conjunto entre la Fiscalía y la Sijin de la Policía Metropolitana de Bogotá. Castellanos, a quien le imputaron los delitos de acceso carnal violento agravado y actos sexuales con menor de 14 años, intentaba evevadir la justicia. Para ello, se ocultó con un gorro, gafas y una bufanda, de modo que solo se veían parcialmente sus rasgos faciales.
La captura ocurrió en la localidad de Bosa, en Bogotá. Un video obtenido por Noticias Caracol muestra el momento en que un oficial de la Sijin le pide que se identifique. El hombre, con la mano temblorosa, se descubre la cara y proporciona su nombre y número de cédula. Cuando el oficial le pregunta si ha sido maltratado, responde que no, manteniendo el rostro cubierto. En ese momento, le colocan las esposas y lo trasladan a la estación.
El proceso investigativo fue profundo y exhaustivo. Según el general Giovanni Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, se analizó su entorno familiar, sus amigos y sus redes sociales para detectar su posible escondite. La búsqueda duró tres días, durante los cuales más de 35 investigadores trabajaron en el operativo. Gracias a este análisis, lograron determinar que se encontraba en Bosa.
Se sabe que, en ese momento, Castellanos tenía planeado huir de la ciudad. La Policía estableció que, al sentirse en peligro y al descubierto por sus acciones, se dirigió a la vivienda de su mejor amiga en el sur de Bogotá. La amiga, sin saber la verdadera situación, lo estaba escondiendo. Sin embargo, gracias a la inteligencia policial y el análisis de su círculo social, lograron localizarlo y capturarlo.
Por ahora, la Fiscalía continúa analizando más casos para determinar si se anexarán a la investigación en curso contra Castellanos. Solo se han presentado formalmente tres denuncias contra él, pero las autoridades no descartan que puedan surgir más testimonios y evidencias en las próximas semanas.
Por su parte, la directora del ICBF, Astrid Cáceres, aseguró que se activó un plan de respuesta integral para las familias afectadas y que se está brindando acompañamiento psicosocial a las 12 menores que, se estima, habrían sido víctimas del agresor. La institución también ha fortalecido los protocolos de supervisión y control en los hogares infantiles del país para prevenir este tipo de casos.
Este siniestro incidente se suma a otros casos similares que han llevado al ICBF a cerrar hogares en diferentes regiones. En marzo de 2023, por ejemplo, se clausuró un hogar en Piedecuesta, en Santander, tras denuncias de abuso sexual a cuatro menores. Igualmente, en marzo de 2022, se cerró otro en Pereira, Risaralda, por un caso que involucraba a una menor de tres años.
Este caso evidencia la importancia de seguir fortaleciendo los procesos de vigilancia, capacitación del personal y mecanismos de denuncia, para garantizar la protección de los niños y prevenir que hechos como estos vuelvan a ocurrir en el futuro.