En la tarde de este viernes, el exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, fue trasladado desde esa ciudad hasta Bogotá, por denuncias de irregularidades en el que amigos, conocidos de campañas políticas a quien apoya y la incautación de tres millones de pesos, entraban como si nada al Hospital Erasmo Meoz donde ingresó el pasado 19 de julio, cuando un juzgado de ejecución de penas y medidas de seguridad le revocó el beneficio de cárcel por cárcel, en medio de su condena a 27 años de prisión por el homicidio de Alfredo Enrique Flórez, excontralor de Norte de Santander.
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“Ante denuncias que son materia de investigación por posibles actos de indisciplina y visitas no autorizadas al hospital donde se encontraba en la ciudad de Cúcuta, se dio su traslado y permanecerá con atención hospitalaria en una clínica de Bogotá de acuerdo con las prescripciones médicas dadas por los galenos ante la complejidad de salud que presenta el PPL”, dice el comunicado del INPEC.
Videos tomados por la misma entidad, mostraron el supuesto traslado del homicida Suárez. Supuesto, pues fue evidente notar que tanto médicos como propios funcionarios del INPEC fingieron que lo llevaban en una camilla y alzándolo, como si hubiera peso, lo subieron hasta el avión que lo traería hasta la ciudad de Bogotá.
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En las grabaciones, difundidas en redes sociales, se ve como la camilla está completamente tapada con una cobija de color blanco, pero no hay indicios de que ahí vaya alguien. Incluso una mujer se atreve a “seguir el juego” y dice. “Cuidado. Cuidado ahí”.
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Ante los cuestionamientos, la W Radio habló en entrevista con el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), coronel Daniel Gutiérrez, para pedir una explicación y conocer si efectivamente el exprimer mandatario de Cúcuta no iba en esa camilla y todo fue una actuación.
En efecto, Gutiérrez aseguró que no se encontraba allí. “No hay nadie en la camilla por seguridad, en ese momento ya estaba en el avión. Había muchos curiosos. No estamos diciendo mentiras. Estábamos haciendo una maniobra de engaño”, argumentó.
Finalmente, el condenado homicida y exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez, fue grabado en una silla de ruedas y su cara tapada con una cobija blanca, donde ya arribó a la capital.
