La NASA no ha perdido tiempo en llevar a cabo misiones de búsqueda para detectar nuevos posibles cuerpos celestes que puedan ser ocupados por los humanos en el futuro. Y si bien han localizado algunos potenciales en los últimos años, recientemente apareció una propuesta novedosa que podría representar un caso de estudio bastante prometedor: un planeta oceánico de zona habitable.
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Este cuerpo celeste fue descubierto orbitando una estrella enana roja en un sistema estelar binario a 100 años luz de distancia de la Tierra, y podría proporcionar un objetivo tentador para que en un futuro distante pueda ser habitado, aunque dependerá de muchos estudios previos por parte de los expertos.
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Este exoplaneta, catalogado como TOI-1452b, fue descubierto inicialmente por el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA, pero debido a que no pudo resolver el sistema binario en sus dos estrellas, la naturaleza precisa del objeto en tránsito era incierta y con pocos datos que procesar, según reseña un artículo en The Astronomical Journal.
Pero con el radio y la masa de TOI-1452b en la mano, los científicos podrían calcular su densidad aparente, y el resultado implica que el 22% de la masa del planeta, y tal vez hasta el 30%, está hecha de agua que rodea un núcleo rocoso. Esta es una proporción similar a la cantidad de hielo en las lunas congeladas de nuestro sistema solar, como Europa de Júpiter y Titán de Saturno.
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A diferencia de esas lunas heladas, TOI-1452b se encuentra en la zona habitable de su estrella, la región alrededor de ella donde las temperaturas son adecuadas para el agua líquida.
Debido a que las estrellas enanas rojas son más pequeñas que el Sol y más frías, sus zonas habitables se reducen y se acercan mucho más a un panorama apto, por lo que la NASA tiene en la mira a esta “super Tierra” como un blanco de muchas investigaciones, entre ellas un vistazo de la mano del telescopio James Webb.