En un anuncio que genera sentimientos encontrados entre la esperanza y la cautela, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) confirmó este domingo 21 de diciembre que implementará un cese al fuego unilateral en todo el territorio colombiano. La medida busca dar una tregua a las comunidades durante las festividades, aunque el comunicado cierra con una contundente advertencia sobre la continuidad de sus acciones para el próximo año.
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El mensaje que emitieron desde la Dirección Nacional del grupo armado, es que no van realizar operaciones militares ofensivas contra las Fuerzas Armadas del Estado. Este cese armado comenzará oficialmente a las 00:00 horas del 24 de diciembre y finalizará a la misma hora del 3 de enero de 2026.
Un “mensaje de paz” después de días de tensión
El anuncio llega tras una semana de intensas situaciones y violencias en diversas regiones del país. En el texto oficial, el ELN califica esta decisión como un gesto hacia el pueblo colombiano: “Mientras el Gobierno de Estados Unidos despliega sus tropas... el ELN envía al pueblo colombiano un mensaje claro de paz declarando un Cese Unilateral el Fuego”.

Sin embargo, el documento no solo se limita a esta tregua. El grupo armado fue enfático al señalar que, una vez terminada la temporada festiva, su postura combativa se mantendrá firme bajo el argumento de la protección territorial. “El ELN está presto junto a los patriotas a defender la soberanía de Colombia”, menciona el comunicado, lo que ha sido interpretado por analistas como un aviso de que el conflicto retomará su curso habitual al iniciar el 2026.
La respuesta de las instituciones
La Defensoría del Pueblo, bajo el liderazgo de Iris Marín, reaccionó de inmediato. Si bien la entidad recibe la noticia con un alivio necesario para las poblaciones, sobre todo para las zonas rurales, Marín advirtió sobre la “angustia” que genera la temporalidad de estos anuncios. La Defensoría recordó que el año anterior se vivió una situación similar que desembocó en ataques posteriores, por lo que le pidió al grupo a que el cese de hostilidades no sea solo contra el Estado, sino también contra otros grupos armados que afectan directamente a los civiles.
Contexto de una tregua necesaria
Este cese al fuego se produce en un escenario crítico. Tan solo en la última semana, el país fue testigo de bloqueos, ataques a infraestructuras y paros armados que paralizaron departamentos como el Chocó y Norte de Santander. Aunque el ELN asegura en su mensaje que su política no es afectar a la población, el balance oficial de las autoridades a raíz de los recientes eventos incluye víctimas civiles y graves afectaciones a la movilidad.
Para el ciudadano común, especialmente en las zonas rurales del Catatumbo, Arauca o el Cauca, estas dos semanas representan una oportunidad de algo de calma. No obstante, el desafío para el Gobierno Nacional será que este gesto temporal se convierta en un desescalamiento real y sostenido y no en una medida que termine con el inicio del nuevo año.

