El uso de sueros de rehidratación oral como solución rápida para los efectos del consumo de alcohol se ha convertido en una práctica cotidiana en Colombia. Sin embargo, lo que muchos consideran un remedio inofensivo para el ‘guayabo’ ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias.
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El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitió una advertencia formal sobre los peligros de consumir estos productos fuera de su contexto médico.
Francisco Rossi, director del Invima, explicó que estos sueros no son bebidas hidratantes comunes, sino medicamentos de venta libre con composiciones químicas específicas. Según el funcionario, la publicidad y las tendencias sociales han desvirtuado el propósito de estas fórmulas, diseñadas originalmente para tratar casos clínicos de deshidratación por diarrea o vómito, y no para compensar los excesos de una noche de fiesta.
El riesgo de un desequilibrio interno
El principal peligro se basa en la composición de estos productos. Al contener concentraciones precisas de sodio y potasio, su ingesta innecesaria puede alterar el equilibrio electrolítico del cuerpo. Entre las consecuencias reportadas se encuentran:
- Hipernatremia: Es la elevación peligrosa de los niveles de sodio en la sangre.
- Sobrecarga renal: La presión excesiva sobre los riñones para procesar minerales innecesarios.
- Complicaciones cardiacas: El riesgo aumentado para personas con hipertensión o insuficiencia cardiaca.
“El gran riesgo es provocar un desequilibrio hidroelectrolítico”, señaló Rossi, quien además confirmó que ya se han registrado ingresos a servicios de urgencias por el uso inadecuado de estos fármacos
Prohibiciones en establecimientos de ocio
Para frenar esta tendencia, el Invima recordó que la normativa vigente prohíbe estrictamente la venta de sueros en bares, discotecas, festivales musicales y eventos deportivos. Estos espacios no solo carecen de las condiciones de almacenamiento requeridas para un medicamento, sino que su comercialización allí conlleva al error, haciendo creer al consumidor que se trata de una bebida refrescante.
Asimismo, la entidad fue enfática en que estos productos no deben venderse en “combos” junto a analgésicos o bebidas alcohólicas. La regulación exige que los sueros permanezcan en estanterías de farmacias o almacenes de cadena, debidamente identificados con su registro sanitario y etiquetas de advertencia.
Alternativas naturales para el ‘guayabo’
Desde una perspectiva médica, el Invima sostiene que el ‘guayabo’ no es una condición clínica que deba tratarse con medicamentos de rehidratación oral. Rossi sugiere retomar métodos tradicionales y más seguros para el organismo, como el consumo progresivo de agua, caldos, un desayuno balanceado y, fundamentalmente, el descanso.
La autoridad sanitaria concluyó que las bebidas deportivas, aunque útiles para el ejercicio físico, tampoco son la respuesta para tratar los efectos del alcohol.
El llamado final es a la responsabilidad y conciencia sobre el consumo de estos medicamentos y los riesgos de salud que conlleva el consumo de estos.

