PUBLIMETRO dialogó con Yesid Parada Nuñez, un colombiano que engañado llegó a Ucrania a combatir una guerra que no era suya. Esta es la historia de un hombre que logró escapar del conflicto bélico y hoy se encuentra atrapado en Polonia, tratando de regresar a su país.
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El 5 de septiembre de 2025 Yesid Parada Nuñez de 34 años de edad, empacó su maleta y abordó un vuelo rumbo a Polonia con escala en Amsterdam. En su equipaje además de su ropa, llevaba la ilusión de un comienzo próspero y triunfante: la posibilidad de cambiarle la vida a su esposa y sus dos hijos de 16 y 7 años.
Sin embargo, el corazón no falla, en su cabeza le rondaba la idea y el presentimiento de que algo no estaba bien y que partir a más de 10 mil kilómetros de su familia, le iba a costar; pero la promesa de un contrato por 11 millones de pesos mensuales era lo que lo motivaba.
Desde que llegó al aeropuerto El Dorado, abordó un avión para Amsterdam y luego continuó en otro vuelo hacia Polonia para después tomar un tren y llegar a Mika, un pequeño pueblo cerca a Varsovia. Tenía claro desde el inicio que iba a ser parte del esquema de seguridad de “gente importante” y que su vida podía correr peligro.
No obstante, fue engañado, no tenía que escoltar a nadie y más bien debía vestir un camuflado que no era el de su país y pelear una guerra ajena. Fue trasladado a Ucrania donde lo prepararon física y militarmente para enfrentar tropas rusas.
Por fortuna, azares del destino o como lo señala él, “Gracias a Dios”, un colombiano lo convenció de escapar antes de empuñar un fusil y ser llevado a zona de conflicto. Hoy está varado en Polonia sin el dinero suficiente para comprar un vuelo de regreso. Trabaja en medio del fuerte invierno europeo con el objetivo de ahorrar rápidamente y encontrarse con su familia.
PUBLIMETRO lo entrevistó a la distancia y esta es su historia.
¿Cómo empezó todo? ¿Buscaba una oportunidad en el exterior?
Todo inició con una propuesta de trabajo. Tenía inconvenientes de tipo económico y desde hace un tiempo buscaba la manera de trabajar fuera del país, quería una mayor estabilidad para mi familia. Yo en Colombia laboraba en la empresa de mensajería llamada Envía, pero la plata no alcanzaba, a mi hijo mayor le estaba pagando la universidad y no llegaba a fin de mes económicamente.
¿Cómo llegó la propuesta para trabajar fuera del país?
Fue por medio de un aviso en una plataforma, no recuerdo si fue en Linkedin o en Computrabajo, pero me contactaron de una agencia española ofreciéndome una vacante para ser escolta, no sé qué vínculos tenga España con Ucrania, pero de allá me describieron la oferta de empleo.
Ellos decían que era para proteger a gente importante. Luego inició todo el proceso de selección, me pidieron descargar una aplicación llamada Signal que es similar a WhatsApp, pero tengo entendido que es un poco más confidencial.
De esa plataforma me indicaron que me iba a contactar una persona que era el reclutador de la supuesta empresa para la que iba a trabajar, iba a ser como un jefe directo. Una semana después, un hombre español se comunica conmigo, no sé si era su sobrenombre o su apellido, pero aparecía como el señor Rico.
Este individuo me asegura que como tal no voy a tener un punto de partida, que me iba a mover por toda la Unión Europea protegiendo personajes importantes, que habrían momentos de riesgo pero otros no.
En ese momento me dijo que si me interesaba la oferta, yo le dije que sí y luego me consultó si tenía experiencia militar. Yo le contesté que había prestado el servicio militar.
¿Cuál era el nombre de la agencia española?
Prefiero no decirlo por razones de seguridad.
¿Qué pasó después?
Tras ese primer acercamiento, me re agendó otra entrevista por la misma plataforma, los encuentros eran muy breves, directos y concisos. En la segunda comunicación las preguntas ya eran más a profundidad, me pedían describirme, me consultaban sobre dónde vivía, quién era, cuál era mi experiencia militar, si había manejado armas y demás.
Luego preguntan por la condición física y de salud, si estaba en la capacidad de hacer flexiones de pecho y abdominales, después dejaron claro que el viaje es pagado por uno mismo y no será reembolsado el dinero. Todo se veía muy confiable.
Finalmente preguntaron si tenía pasaporte vigente y cuál era la vigencia. De esta manera indagan respecto a la nacionalidad de uno. Ellos ya saben los países que no necesitan como una especie de visa para moverse allá, ejemplo Colombia, Ecuador, Perú, Argentina y creo que Chile.
Luego de pasar como esos filtros de preguntas, me piden sobre cuándo podría comprar los tiquetes, a lo que yo les respondo lo más pronto posible. Sin embargo yo no tenía ese dinero, pero en mi mente y convencimiento era que de algún lado saldrá esa plata.
¿Hubo un nuevo contacto con esta agencia?
Si, ellos me contactaron nuevamente para decirme que era ya preseleccionado, pero que debía pasar una prueba física, me pidieron trasladarme al parque más cercano que tuviera y realizara cinco flexiones de pecho, cinco abdominales y cinco dominadas.
Tras esos ejercicios me dijeron que fui aceptado, que debía trasladarme hasta allá para firmar el contrato. Me indican que ya podía comprar el vuelo, yo les pregunté si debía comprar el pasaje de vuelta, a lo que ellos me aseguran que no, ya que me daban una carta de invitación con la cual las autoridades aeroportuarias no iban a pedir tiquetes de regreso.
Tras la colaboración de la familia de mi esposa, me prestaron 6 millones de pesos para comprar el vuelo y movilizarme hasta donde me pedían que era Polonia. Les envié un pantallazo del tiquete e inmediatamente me enviaron la dichosa carta de invitación
¿Por qué lo convencieron? ¿Cuál era el pago?
Ellos desde el inicio me dijeron que de llegar a pasar todos los filtros, me iban a pagar los tres primeros meses 2 millones ochocientos mil pesos colombianos mientras hacía el entrenamiento militar. Después de esos meses ya me iba a empezar a pagar 11 millones de pesos.
Yo hacía cálculos, decía que pagaba de a dos millones de pesos por mes la deuda de los tiquetes y luego mi pensado era trabajar solo 9 meses, no pensaba durar más. Quería reunir 60 millones con el objetivo de tener la cuota inicial de la casa.
¿En la carta de invitación no le dio indicios de que era para combatir la guerra en Ucrania?
La verdad si, cuando envían la carta estaba traducida en ucraniano y en inglés. Yo puse el traductor y me generó sospechas, pero lamentablemente ya tenía la deuda y no quería perder ese tiquete, además que mi esposa estaba entusiasmada por el pago, por lo que no quise echarme para atrás y desilusionarla. Grave error.
Pero en ese momento aunque tenía mis dudas, pensaba en las palabras del reclutador donde me afirmaba que era para escoltar gente importante y que si pasaba por zonas de alto riesgo, ya el pago no era de 11 millones sino de 18. Lo que me atraía más.
Al llegar allá me di cuenta que todo es una farsa, los sueldos nunca ni siquiera se acercan a esas cifras.
¿Qué pasó cuando llegaste a Polonia?
Tengo que decir algo y que debe ser revisado, y es que en migración de los países en los que hice escala, me dejaron pasar libremente sin ponerme ningún tipo de inconveniente. Incluido Colombia. Solo mostraba la carta de invitación y tenía libre acceso.
Una vez llegué a Varsovia me dijeron que me dirigiera a Mika, cuando estuviera en ese lugar me aseguraron que unas personas me iban a estar esperando y así fue, nos presentamos y de ahí pasamos la frontera hacia Ucrania, yo no lo sabía sino que me vine a enterar después.
Me alojaron en una especie de hotel con los servicios básicos de luz, agua y comida. Tenía las tres comidas. Me dijeron que debía esperar a que llegaran los demás seleccionados, pero pasó una semana completa y yo ya no sabía qué hacer, fue entonces cuando decidí salir del lugar y consultarle a un israelí que estaba por ahí, nos logramos comunicar por el traductor de su celular, ya que el mío estaba descargado hacía días porque no tenía la forma de la toma que utilizan en Ucrania.
Ese hombre luego de insistirle de que me dijera dónde estaba, me dijo que me encontraba en la Legión Internacional, me expresó que había sido reclutado para apoyar a Ucrania en la guerra, yo le negaba pero él me lo afirmaba.
Le pedí que me colaborara con un contacto para solucionar mi situación, allí me comuniqué y me dijeron lo mismo, que debía esperar a que llegaran los otros 10 seleccionados. En ese momento podía irme, pero también me cuestionaba a dónde podía coger teniendo en cuenta que no tenía dinero y ahí me estaban alimentando por lo menos.
Pasaron los días y por fin fueron por mí, me trasladaron a una base militar donde ya veía armas, heridos, personas con amputaciones y demás. Decidí continuar y tomar el entrenamiento de supuestamente 3 meses, decía dentro de mí, solo voy a estar tres meses.
No obstante todo ese proceso duró 20 días y ya me empezaron a preguntar mi talla, me consultaron el nombre del familiar más cercano, la dirección y su número de teléfono, según ellos tenía un seguro de vida que en dado caso de morir, podía reclamarlo por el valor de mil doscientos millones de pesos.
Justo cuando iba a ser asignado a algún pelotón o cuadrilla, me topé con un colombiano y un peruano, inmediatamente me pidieron que me fuera, que no continuara. Ellos me aterrizaron afirmando que el tal pago de 11 millones era una mentira, duraron alrededor de 9 meses y les consignaron 6 millones de pesos, menos de un millón al mes.
Además que me describían las escenas terroríficas de muertos y mutilados día tras día. Así fue como tomé la decisión junto a ellos de escapar.
¿No les pusieron problema para salir de la base militar?
Yo al tener mi pasaporte con vigencia y ellos al tener una especie de carnet militar, no nos pusieron resistencia. Fue una salida como más bien voluntaria por los papeles que ellos tenían.
¿Cuánto tiempo pasó en ese momento?
Desde que llegué allá y logré salir con vida, fueron aproximadamente dos meses.
¿Actualmente dónde está?
Por medio del colombiano, logré establecerme temporalmente en Polonia nuevamente, yo no tenía dinero para devolverme y las deudas del primer tiquete ya me estaban ahogando, razón por la cual empecé a buscar trabajo y en esas estoy.
Mi pago se lo envío a mi esposa para arriendo, comida y la deuda. No alcanzo ahorrar sino hasta que pague la deuda de los 6 millones. No ha sido fácil, el invierno aquí es muy duro y me ha tocado trabajar así.
El consejo es a los jóvenes o mayores a que no caigan en estas estafas, nada de lo que les aseguran es real, hoy estoy alejado de mi familia en una tierra que no es mía. Tuve la fortuna de escapar y hoy contar la historia, pero muchos colombianos han muerto allá. Así que investiguen, yo caí por ignorancia.
*Esta entrevista hace parte de un especial periodístico sobre los colombianos que viajaron a combatir en la guerra de Ucrania. Puede ver todos los contenidos de este especial en publimetro.co/tags/especiales

