El fallecimiento de Heidy Vivian Polanía Franco, jueza de control de garantías en Cúcuta, ha generado una serie de interrogantes que las autoridades buscan esclarecer.
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La funcionaria fue encontrada sin vida ayer 17 de diciembre en su residencia en el nororiente colombiano, en una escena donde también se encontraba su bebe de dos meses de nacido.
Según los reportes preliminares y la información difundida por medios como Blu Radio, en el inmueble fueron halladas 26 papeletas de sustancias estupefacientes, un elemento que ha centrado parte de la atención de los investigadores.
Sin embargo, más allá de este hallazgo, el entorno de la jueza describe un escenario de múltiples tensiones. A través de audios y conversaciones que han salido a la luz pública, se identifican tres ejes de preocupación que marcaban la vida de Polanía en sus últimos días de vida.
Estas fueron las grandes preocupaciones que tenía la jueza antes de morir:
1. El entorno laboral y la seguridad personal
Polanía era reconocida en el ámbito judicial por su especialización en casos relacionados con bandas criminales. Su negativa y radical postura a conceder beneficios a los procesados le otorgó el apelativo de “jueza incorruptible” o la “Dama de hierro”, pero también le acarreó amenazas de muerte que la obligaron a mantener un esquema de protección permanente.
A esta presión externa se sumaba una interna. De acuerdo con testimonios y reportes de El Tiempo, la jueza denunció una presunta intimidación laboral ejercida por un alto mando de la Rama Judicial en Cúcuta. Según sus allegados, esta situación no solo afectaba su salud mental, sino que obstaculizaba el ejercicio de sus funciones profesionales en el juzgado.
2. Complicaciones de salud tras el parto
El segundo frente de preocupación era estrictamente médico. La jueza enfrentaba las secuelas de una preeclampsia diagnosticada durante su embarazo, condición que derivó en el parto prematuro de su hijo. La combinación de un estado físico vulnerable con una carga laboral que ella misma calificaba de desmedida, por esto fue desarollando un cuadro de estrés constante. Pese a ello, su círculo cercano, incluido el abogado Luis Alexander Maldonado, sostiene que Polanía se mostraba entusiasmada con su reciente maternidad y comprometida con el cuidado del menor.
3. Conflictos personales y denuncias externas
Finalmente, los registros indican un conflicto persistente con una antigua pareja sentimental. Polanía había manifestado en sus redes sociales y en conversaciones privadas que este su expareja accedía de forma irregular a su información personal para entregarla a quienes buscaban denunciarla ante organismos de control.
Incluso, según los audios que la propia jueza llegó a divulgar antes de morir, acusó a esta persona de ser la responsable de haber introducido sustancias ilegales en su vivienda. Esta versión cobra relevancia ante el hallazgo de la droga en su habitación, un hecho que su defensa y amigos cuestionan como una posible maniobra de desprestigio en su contra.
El abogado Maldonado, quien mantuvo una estrecha relación con la funcionaria, descartó ante la prensa la posibilidad de un suicidio, argumentando que el compromiso de la jueza con la vida de su hijo hacía impensable un escenario que pusiera en riesgo al menor. Por el momento, la justicia continúa el análisis de las pruebas forenses para determinar la causa exacta del deceso de una mujer que, hasta el final, estuvo rodeada por la complejidad de su cargo y su vida privada.

