Perú se ha convertido en la nueva joya escondida de Latinoamérica en cuanto a turismo se refiere; es una nación que contagia un profundo sentido de pertenecer y asombro desde el momento en que se pisa el suelo limeño. El orgullo peruano se siente en el aire, justo al aterrizar en la nueva terminal del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en Lima. Esta ciudad, capital del Virreinato durante tres siglos, es una inmersión total en una cultura peruana que tiene mucho más para ofrecer de lo que se cree.
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Lima, a menudo llamada “la Ciudad de los Reyes”, es un lienzo de contrastes: estructuras coloniales que rivalizan con modernos rascacielos, paisajes urbanos que se abrazan a majestuosas montañas y, por supuesto, el inmenso y cautivador Océano Pacífico. Sus habitantes no conocen los rayos ni las lluvias torrenciales de ciudades como Bogotá, pero el clima templado que predomina la mayor parte del año hace la visita a Lima bastante placentera.
Lima: Capital Culinaria de Latinoamérica
Lima no es solo una ciudad con buenos restaurantes, es la Mejor Ciudad Culinaria de la Región, según los World Culinary Awards. Este reconocimiento lo ha logrado fusionando la costa, la sierra y la selva en platos de arte puro. Aquí, cada comida es una celebración desde el desayuno hasta la cena.
Si visitará la capital de Perú es recomendable separar un día para hacer un tour gastronómico, mientras recorre la ciudad a pie. Para empezar, por supuesto, se debe comer un típico desayuno limeño en lugares emblemáticos de la ciudad como lo es El Chinito, que fue inaugurado en 1960. Aquí puede encontrar el auténtico Pan con Chicharrón, popularizado recientemente por el streamer español Ibai Llanos.
Este desayuno consiste en un ‘emparedado’ de panceta de cerdo, acompañado de cebolla morada encurtida y camote frito. Además, también pude pedir la versión peruana del tamal, que es bastante similar a un tamal santandereano y siempre está acompañado de un tinto, pero por supuesto con café peruano.
Ahora bien, entrado el día y buscando un almuerzo de lo que se espera probar en Perú, es la hora del pescado. Puede sumergirse en el sabor fresco del Pacífico con un tiradito de ají amarillo o un típico ceviche limeño preparado al instante, como los que se sirven en Santos. Si la aventura te llama, la cocina amazónica de Huambra te transportará con ancestrales manjares como el juane, que es la versión selvática de un tamal tolimense.

Y para cerrar con broche de oro una jornada de exploración, el lomo saltado es una sinfonía de sabores agridulces típicos del Perú, también un arroz con pato es una opción arriesgada para quienes no están familiarizados con esta proteína, pero es seguro que no lo va a defraudar. Estas comidas, por supuesto, las puede acompañar con un refrescante Pisco Sour, el coctel más famoso del Perú.
Paseando por Distritos de Ensueño: Miraflores, San Isidro y Barranco
Para una dosis de modernidad y encanto, los distritos de Miraflores, San Isidro y Barranco son las paradas obligatorias de tu itinerario. Se han consolidado como fortalezas turísticas, ofreciendo una incomparable oferta hotelera, cultural y, por supuesto, gastronómica. Aquí, la vida fluye como en las grandes metrópolis del mundo, ofreciendo paisajes semejantes a lo que se puede encontrar en ciudades como Lisboa y Oporto, en Portugal.
Un recorrido recomendado para estos destinos debe iniciar en el Parque Central de Miraflores, famoso por sus amistosos gatos callejeros y sus coloridos Toritos de Pucará. Luego, otro destino imperdible es el pasaje San Marcelino Champagnat, una zona que inspiró al mismísimo Mario Vargas Llosa para escribir su aclamado libro La ciudad y los perros.
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A medida que se adentra en Lima es imposible no encontrarse el alma bohemia de la ciudad: Barranco. Este distrito lo cautivará con sus murales vibrantes, el legendario Puente de los Suspiros y el romántico Parque del Amor. El clímax de esta caminata llega al atardecer en el mirador de Barranco: el sol se sumerge en el Pacífico, creando un ambiente melancólico, romántico y absolutamente mágico. Es el momento perfecto para una foto que lo hará recordar este viaje por siempre.
Viaje al Corazón Histórico: El Legado de la UNESCO
Lima es un tesoro vivo de la historia, y su Centro Histórico es un testimonio de su glorioso pasado, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (1988). Mientras la ciudad avanza, se invierte en restaurar y potenciar estos emblemas.
Asegúrese de visitar la Plaza de Armas al mediodía, sobre las 11:45 am, justo a tiempo para presenciar el solemne y colorido Cambio de Guardia en el Palacio de Gobierno, un ritual militar que te conecta con el corazón político del país. Continúa tu recorrido por la imponente Catedral, el místico Convento de San Francisco y admira los icónicos balcones limeños, joyas arquitectónicas coloniales.
La Aventura Definitiva: De Lima a Ica y el Misterio del Desierto
Pero Perú es más que solo Lima, Machupichu, Cusco o Arequipa. A unos 300 kilómetros al sur, la carretera llevará a Ica, un destino emergente que es la combinación perfecta de mar y desierto. Este es el lugar donde la naturaleza ha pintado una de sus obras más dramáticas: la Playa Roja en la Reserva Nacional de Paracas.

Descrita por National Geographic como una de las siete maravillas naturales de Sudamérica, aquí “el desierto subtropical se encuentra con la fría costa sur de Perú”. Las aguas azul verdosas del Pacífico chocan con una playa de intenso color rojizo, creando un paisaje que parece de otro planeta. La Reserva protege más de 1.500 especies de flora y fauna, convirtiéndola en un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Pero la aventura no termina en la costa. Ica es sinónimo de dunas al mejor estilo del Rally Dakar, que por varios años se realizó en este desierto y aún se deja recorrer en vehículos todo terreno. Prepárese para una inyección de adrenalina con emocionantes recorridos en 4x4 o la oportunidad de practicar sandboarding deslizándose sobre la arena dorada del imponente desierto que choca con la cordillera de Los Andes y el Océano Pacífico. Finalmente, para acabar el día en el desierto, no hay nada como ver el atardecer desde la cima de una duna en medio de un picnic nocturno.
Ica es también la cuna del licor nacional peruano y de la destilería más antigua del continente, fundada en 1684 y de dónde sale el mejor Pisco del mundo. Esta destilería queda ubicada al interior de la Hacienda La Caravedo, a los pies de los Andes. Aquí puede realizar un tour en donde le enseñarán cómo se realiza el pisco, el cual es un destilado de uvas; también puede conocer la historia de esta bebida ancestral e inclusive ver el paso del tiempo a través de la antigua destilería y de los propios viñedos. En la propia hacienda podrá realizar una cata de Pisco, dirigida por maestros cocteleros expertos en el desarrollo de este licor. En la hacienda puede probar las más de ocho variaciones del Pisco, aprender a saborearlo y diferenciarlo.
Finalmente, es importante remarcar que Perú ofrece un viaje multifacético: la sofisticación culinaria de Lima, la historia colonial que respira en sus plazas, el espíritu bohemio de Barranco y la espectacularidad natural de Ica, sumado a los atractivos turísticos que todos reconocemos del vecino país. Cada sabor, cada paso, cada vista al mar o al desierto te recordará por qué elegiste este destino, que entre enero y octubre del 2025 recibió casi tres millones de turistas, pero que espera duplicar ese número en los años venideros.

