La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) confirmó este miércoles el cambio del estado de alerta del volcán Puracé a alerta naranja, una fase catalogada como estado de alistamiento, que indica variaciones importantes en los parámetros monitoreados y una mayor probabilidad de evolución hacia procesos eruptivos. Hasta ahora, el volcán se mantenía en alerta amarilla, nivel que refleja actividad interna estable pero sin cambios significativos. La decisión fue tomada tras la evaluación conjunta con el Servicio Geológico Colombiano (SGC), entidad que vigila el comportamiento del sistema volcánico Los Coconucos, ubicado en el oriente del Cauca.
La alerta naranja implica la posible ocurrencia de fenómenos como sismicidad moderada a alta, deformación considerable de la superficie, aumento en las columnas de vapor y gases, emisiones continuas de ceniza, así como explosiones menores, incandescencias y eventual generación de lahares o expulsiones de rocas. Estas señales, explica la UNGRD, deben interpretarse como un llamado a reforzar la vigilancia y activar los protocolos de preparación en las zonas de influencia.
UNGRD eleva a naranja la alerta del volcán Puracé por cambios significativos en su comportamiento
Durante la última semana, el volcán Puracé había mostrado un comportamiento inusual, con un incremento en la presencia de tremores, mayor desgasificación y la aparición de emisiones finas de ceniza. Un boletín extraordinario del SGC informó que la columna de vapor alcanzó los 1.600 metros de altura, un valor superior a los niveles habituales registrados bajo alerta amarilla. De acuerdo con Cristian Santacaloma, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán, se detectaron señales tipo LP y episodios intermitentes de ceniza muy fina, indicadores de actividad interna relevante.
El profesor Carlos Alberto Vargas, líder del Grupo de Investigación Geofísica de la Universidad Nacional, recordó que el Puracé es un estratovolcán con una historia eruptiva de más de 700 años, caracterizado por una actividad permanente desde épocas prehispánicas. Para las poblaciones cercanas como Puracé y sectores rurales de la zona alta, el riesgo podría incluir caída de ceniza, material volcánico o rocas, mientras que para ciudades como Popayán, la alerta se mantiene en niveles bajos, aunque con la recomendación de estar atentos a la información oficial.
Con el cambio a alerta naranja, la UNGRD ordenó a las autoridades territoriales implementar estrategias de respuesta, definir y socializar rutas de evacuación, activar puntos de encuentro, fortalecer la comunicación del riesgo, asegurar el funcionamiento de los Sistemas de Alerta Temprana (SAT), realizar simulacros y restringir el acceso a la parte alta del volcán. Estas medidas buscan preparar a las comunidades ante cualquier evolución del comportamiento volcánico.
Para la población residente en áreas cercanas, la UNGRD recomendó activar sus planes familiares y comunitarios, acatar las evacuaciones preventivas, proteger vías respiratorias y fuentes de agua ante posible caída de ceniza, y mantenerse informada exclusivamente a través de canales oficiales.
Las autoridades insisten en que la comunidad permanezca alerta a nuevos comunicados, pues el comportamiento del volcán Puracé continúa en evaluación permanente y podría registrar cambios en cualquier momento.

