La polémica al rededor de la reforma tributaria que presentó el presidente Gustavo Petro en el Congreso de la República con el fin de incrementar el presupuesto nacional sigue latente. Los debates sobre este proyecto ya empezaron y desde la bancada de oposición han sido enfáticos en asegurar que no le aprobarán la Ley de Financiamiento al presidente Petro.
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Ante esto, la senadora y precandidata presidencial del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, aseguró que "el desfase de este presidente es de por lo menos 40 billones. 10 es muy poquito, yo más bien le hago una contrapropuesta. Saque todos esos cargos burocráticos y clientelistas que deben ser de politiqueros, de congresistas, de gobernadores, de alcaldes, que hoy pesan 14 billones y nos ahorramos esos 14 billoncitos“.
Sumado a esto, Cabal también le pidió al presidente Petro reducir “el tamaño del Estado, ciérrele las embajadas a los consulados en países donde no hay intercambio comercial. Cierra esa porquería del Ministerio de la Igualdad donde lo más increíblemente cínico es que las mujeres no somos competentes para el viceministerio, sino que tienen que contratar a un trans cubano. O sea, ¿Qué más quieren las mujeres para sentirse despreciadas por la izquierda?“.
¿De qué trata la reforma tributaria del presidente Gustavo Petro?
La reforma tributaria 2026 del presidente Gustavo Petro fue radicada en el Congreso con el objetivo de recaudar cerca de 26 billones de pesos para financiar el Presupuesto General de la Nación. Entre las principales propuestas están mayores impuestos a sectores como banca, seguros y plataformas digitales, así como ajustes en la renta de personas naturales y jurídicas. También se contemplan cambios en el IVA, impuestos al consumo y gravámenes ambientales como el impuesto al carbono.
El Gobierno busca que la reforma tributaria 2026 garantice estabilidad fiscal y financie programas sociales, pero enfrenta resistencias en el Congreso. Críticos señalan que varias medidas impactarán a la clase media y sectores productivos. Se plantean alzas en el IVA para algunos bienes y servicios culturales, así como en impuestos al alcohol y cigarrillos. Incluso se prevé que iglesias con actividades comerciales y empresas de apuestas sean gravadas, generando debate nacional sobre equidad y recaudo.
Durante las negociaciones, Petro redujo la meta de recaudo de 26 a 16 billones de pesos y ajustó el presupuesto proyectado. Aun así, sectores de oposición califican la iniciativa como una “dictadura fiscal”, alertando sobre aumentos en tarifas de energía y combustibles. El éxito de la reforma tributaria 2026 dependerá del consenso político que logre el Gobierno para su aprobación. El debate se centra en equilibrar necesidades sociales con el impacto económico para ciudadanos y empresas.