La famosa cadena de restaurantes ‘Don Jediondo, Sopitas y Parrilla’ se declaró en quiebra. La Superintendencia de Sociedades ha ordenado su liquidación judicial, luego de que la empresa, con 32 establecimientos y 183 empleados, incumpliera de forma reiterada los acuerdos de pago establecidos hace tres años para su reorganización. La compañía acumula deudas que ascienden a más de $25.580 millones.
El fin de una operación en crisis
La decisión de la Supersociedades pone fin a una prolongada crisis financiera que la cadena de restaurantes no pudo superar. Con 32 establecimientos repartidos por el país y una plantilla de 183 trabajadores directos, la situación de la empresa se volvió insostenible. La entidad de control determinó que los mecanismos legales de recuperación ya no eran suficientes, lo que llevó a la apertura del proceso de liquidación judicial. La noticia ha generado inquietud entre los empleados y acreedores, quienes ahora esperan que el proceso garantice la protección de sus derechos.
Incumplimientos reiterados y el fracaso de la reorganización
La Superintendencia de Sociedades ha confirmado que la empresa “incumplió de manera reiterada las obligaciones pactadas” en el proceso de reorganización que había iniciado en 2022. Este incumplimiento no se limitó a un solo tipo de deuda, sino que incluyó compromisos con el Estado y entidades de previsión social. En cinco audiencias, la Supersociedades constató la persistencia de las deudas con entidades como Colpensiones, la DIAN, Porvenir y Protección, además de un alarmante incremento en las obligaciones relacionadas con el impuesto al consumo.
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El proceso legal
La quiebra de una empresa en Colombia sigue un proceso legal estricto, liderado por la Superintendencia de Sociedades. La entidad busca, en primera instancia, la reorganización de las compañías que atraviesan dificultades económicas, con el fin de que puedan recuperarse, continuar operando y cumplir con sus obligaciones. Solo cuando este proceso fracasa, se ordena la liquidación judicial.
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El superintendente de Sociedades, Billy Escobar, se refirió al caso de Don Jediondo en un comunicado oficial. Escobar afirmó que su despacho y los acreedores “sumaron esfuerzos para brindarle una oportunidad real de continuidad a la empresa”. Sin embargo, ante la imposibilidad de superar las circunstancias que comprometían su operación, se procedió con la liquidación judicial. El objetivo, según el funcionario, es “salvaguardar el orden económico, proteger los activos disponibles y garantizar, dentro del marco legal, la atención prioritaria a los derechos de los acreedores”, demostrando que la decisión busca un cierre ordenado que beneficie a los afectados por las millonarias deudas.

