PUBLIMETRO COLOMBIA habló con Gustavo Bolívar, precandidato del Pacto Histórico, en su más reciente paso por Medellín, sobre sus aspiraciones presidenciales, su visión de país y sus propuestas.
¿Cómo se siente?
Bueno, yo me siento con un peso en la espalda muy grande. Imagínese tomar una decisión tan trascendental para un país y para una persona como es la de aspirar a gobernar una nación, pues eso estresa. Todas las noches uno piensa soluciones a los problemas, estudiando, soy muy estudioso. Me gusta estar muy enterado y, modestia aparte, tengo el nivel para debatir hoy con cualquier candidato sobre los problemas que tenemos.
Usted conoce muy bien el gobierno, ¿Cuál cree que fue ese error que no permitió que se haya cumplido con ese cambio que tantas personas esperaban?
Fíjate que esto es una pregunta sesgada, porque sí hay un cambio: la reforma pensional le cambiará la vida a 3.100.000 viejitos que antes no tenían ingreso; la reforma laboral aumentará el ingreso a más de 10 millones; miles de campesinos tienen 500.000 hectáreas; 2 millones de personas tienen agua potable. El país no se cayó, la inflación no llegó a 25 ni el dólar a 10.000; el dólar está más barato, la inflación es la mitad de lo que recibimos. El desempleo bajó y se demostró que aumentar el salario mínimo no generaba desempleo; al contrario, generó empleo porque la gente compró más, lo que beneficia al empresario. Se está dinamizando la economía y antes de despedirse lo alcanzó a decir en su discurso del 20 de julio, el presidente va a hacer otra alza sustancial del salario mínimo.
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Pero entonces, si le pareció un poco sesgada, lo cierto es que quedan cosas por hacer, ¿cuáles serían esas prioridades que usted tendría?
Sí, para no ser tan injusto contigo, no es como tú dices que no haya habido un cambio ni como yo digo que ya cambió el país. Estamos en un proceso de cambio. Falta trabajar en vivienda, porque el presidente dedicó los recursos al agua potable. En caminos vecinales no cumplimos las metas, pero vamos a terminar con 10.000 o 12.000 km de vías placa huella que permiten a campesinos sacar sus productos. Queda faltando trabajar en la cultura de la corrupción. No basta con que el jefe sea honesto; si uno no se rodea bien, vienen problemas. El poder corrompe y las tentaciones del lobby son grandes. La corrupción estructural hay que atacarla desde lo cultural, con educación de los niños. De verdad me ha entristecido mucho ver como también todos roban acá, los de la derecha, los de la izquierda, los del centro, los de arriba, los de abajo, todo el mundo roba, esa es la única ideología que yo considero que es existe en este país. El signo pesos, ese es el logotipo de todos los partidos. A eso van, a enriquecerse, a hacer negocio. Poco les importa la gente.
¿Seguiría usted trabajando de la mano de Armando Benedetti y de Alfredo Saade particularmente como lo que estamos viendo hoy en día?
Yo pienso que un gobierno mío necesita operadores frente al Congreso como Armando Benedetti. Si pone a alguien de la izquierda a seducir los partidos, ninguno sabemos hacer eso, porque hemos peleado con ellos toda la vida. Mientras que estas personas que se han tratado con ellos por años saben hacerlo. Como ministro del Interior en el relacionamiento con el Congreso sería el único cargo donde pueda tener un operador político de la vieja clase tradicional. Pero en mi entorno cercano quiero gente del movimiento, de la causa, que entienda nuestra agenda. Ahí han llegado personas que no la entienden o que tienen otra agenda personal. Ahí sí tendría cambio.
En el Ministerio de la Igualdad Francia Márquez de alguna manera no pudo ejecutar mucho, ¿pensaría eventualmente en devolverla a ese cargo?
A mí me gustaría que Francia Márquez tuviera un cargo internacional porque es una embajadora de las luchas de Colombia y del antirracismo que existe en el mundo. A mí me gustaría que estuviera en la ONU, ante la OEA o en la cancillería. Yo le daría un carácter internacional porque fuera de Colombia es muy reconocida y admirada. Tal vez aquí no la hemos valorado lo suficiente.
Sobre la zona binacional, ¿usted la mantendría?, ¿cómo ha visualizando esa relación con Venezuela?
Totalmente, ha traído beneficios. Primero, frenar el éxodo. Fue un error del señor Duque cerrar la frontera, porque Colombia abastece en gran parte a Venezuela. Cuando un país tiene desabastecimiento, la gente se desespera y se va, y llegaron casi 3 millones de venezolanos. Volver a cerrarla es acabar el comercio de Cúcuta que ha vuelto a florecer.
En Medellín y Antioquia ha sido un “problema” el establecer a través de la Paz Total las conversaciones con los jefes de las estructuras criminales que ya se encuentran pagando condena. ¿Usted mantendría esa misma línea o qué cambios le haría a esa política?
Yo en este tema estoy siendo muy crudo. No quisiera engañar a la gente con promesas que todos han hecho y no han podido cumplir: acabar la delincuencia, el narcotráfico y las guerrillas. Eso es imposible porque es un problema internacional de consumo de cocaína. Mientras el consumo en Estados Unidos, Europa y Asia siga, podemos usar el método Vicky, el mismo de Bukele, encarcelarlos, meterlos en una celda chiquita, eliminarlos, extraditarlos, matarlos; y al otro día nacen otras cien bandas. En Medellín lo han vivido: matan a Pablo Escobar y queda Don Berna; encarcelan a Don Berna y queda Sebastián… los extraditan, los matan y sale otro y otro. Es un negocio muy grande y, en un país donde los jóvenes no tienen oportunidades, es fácil que arriesguen su vida. Ninguno tiene la fórmula para acabar eso. Se puede mitigar negociando con las bandas, pero en encuestas se dice que la inseguridad es el principal problema y cuando se intenta someterlas por decreto, pegan el grito. Con la guerra tampoco se ha podido: no pudo Uribe, Santos, Duque, Petro, nadie. Negociar es una opción, pero antes de un año volverán lugartenientes que nunca extraditan ni encarcelan, que saben del negocio y se quedan con él. Mientras sea un problema mundial, Colombia sola no tiene la solución. Difícil lo que digo, pero me disculpan la sinceridad.
Ahora, Asamblea Nacional Constituyente, ¿sí o no?
Yo sí quisiera una Asamblea, pero no de cambio de toda la Constitución.
¿Qué le gustaría cambiar?
El capítulo de justicia. No me gusta que el Congreso elija al procurador y al contralor, solo genera impunidad en la corrupción. Tampoco que el presidente ponga el fiscal; debe tener más independencia. En la reforma política, creo que el Estado debe financiar las campañas. Lo del procurador y el contralor fueron proyectos que pasé en el Congreso y no aprobaron. Si el Estado financia las campañas, se acaba, por lo menos, la corrupción en la política.
Fracking ¿sí o no?
No, fracking nunca.
Mantener a las EPS en el sistema de salud, ¿sí o no?
No, hay que reinventarlas porque ya demostraron que no funcionaron que son corruptas, la mayoría pues.
Subirle los impuestos a los más ricos, ¿sí o no?
Sí.
Importar gas, ¿sí o no?
Preferiría dar licencia a los pozos que ya tenemos, como Uchuva y otros al norte de La Guajira, con reservas probadas del triple de lo actual. Son seis tera pies y producimos dos, pero mientras esos pozos se ponen en funcionamiento en 2 o 3 años, toca importar.
¿Romper o mantener relaciones con el régimen de Maduro?
No, mantenerlas. Con el que sea, por encima del nombre del presidente con los países.
¿Condenaría el genocidio en Gaza?
Ya lo he condenado y me parece miserable lo que está pasando ya.
¿Acercarse más a China o a Estados Unidos?
Ambos. Tenemos que abrirnos a todos los mercados mundiales. Si no compra uno que compre el otro y si nos compran los dos, mejor porque crecemos.
¿Por qué el petrismo y los progresistas deben votar por usted?
No se guíen por lo que uno hable, sino por lo que uno ha hecho y su hoja de vida. La mía es limpia: dos veces en el Senado sin corrupción; en Prosperidad Social ejecuté el presupuesto con transparencia. Soy buen líder, trabajo en equipo, preferiblemente con mujeres (75 % de mis cargos fueron para ellas). Conozco el país, viví necesidades en mi niñez, sé generar riqueza honesta y me he preparado. Tengo experiencia en el legislativo, el ejecutivo y el sector privado. Ahí está mi nombre a consideración.
La frase
“De verdad me ha entristecido mucho ver como también todos roban acá, los de la derecha, los de la izquierda, los del centro, los de arriba, los de abajo, todo el mundo roba, esa es la única ideología que yo considero que es existe en este país”, Gustavo Bolívar, precandidato del Pacto Histórico.