El Ejército Nacional de Colombia informó este 6 de agosto una serie de movimientos clave dentro de su estructura de mando, que incluyen el traslado de ocho altos oficiales en brigadas y divisiones. Este remezón responde a las necesidades operacionales actuales, los lineamientos estratégicos y la proyección profesional de los oficiales.
El mayor general Giovanni Rodríguez León, quien actualmente lidera la Segunda División, asumirá la dirección del Comando de Educación y Doctrina (CEDOC), una unidad fundamental para la formación y actualización del personal militar. Su reemplazo en la Segunda División será el brigadier general Rodolfo Morales Franco, hasta ahora comandante de la Brigada 13.
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En la Tercera División, el brigadier general Federico Alberto Mejía Torres dejará su cargo para asumir la comandancia del Centro Nacional de Entrenamiento, siendo reemplazado por el brigadier general Javier Hernando Africano López, proveniente de la Brigada 18.
El brigadier general Jorge Ricardo Hernández Vargas, que comandaba el CEDOC, se trasladará ahora a la Décima Brigada, mientras que el brigadier general Juan Miguel Huertas Herrera ocupará la jefatura del Comando de Personal.
También se confirmó que el brigadier general Samuel Salinas Valencia, quien venía liderando el Comando de Personal, pasará a comandar la Brigada 18, uno de los cargos más desafiantes por la complejidad operativa en zonas de frontera.
Finalmente, el brigadier general César Augusto Martínez Páez, actual comandante de la Brigada 10, asumirá como jefe de la Brigada 13, con sede en Bogotá, una unidad clave para la seguridad de la capital del país.
A través de un comunicado oficial, el Ejército reiteró su compromiso con la defensa de la soberanía, el orden constitucional y la seguridad de todos los colombianos:
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“El Ejército Nacional continuará fortaleciendo sus capacidades operacionales con el fin de velar por la seguridad, la protección y el bienestar de todos los colombianos, reafirmando su compromiso con la defensa de la soberanía y la paz en el territorio nacional”.
Estos ajustes también se interpretan como parte del proceso de renovación y evolución doctrinal que impulsa el Ministerio de Defensa, con miras a enfrentar nuevos retos en el panorama de seguridad nacional.
Remezones en la cúpula militar durante el gobierno de Gustavo Petro
Desde que asumió el poder en agosto de 2022, el presidente Gustavo Petro ha impulsado una profunda transformación en las Fuerzas Militares. Esta reestructuración ha suscitado tensiones institucionales y críticas de analistas expertos:
- En los primeros meses de su mandato, el gobierno promovió una purga sin precedentes que dejó fuera de la institución a más de 70 generales y coroneles de alto rango .La medida fue justificada como un paso necesario para romper con las estructuras heredadas de la vieja cúpula paramilitar y favorecer una doctrina de “seguridad humana” y enfoque en derechos y bienestar de la tropa.
- En noviembre de 2024, el Ministerio de Defensa, liderado en ese entonces por Iván Velásquez, reestructuró cinco comandos conjuntos, lo que implicó un cambio en la operatividad territorial enfocada en zonas conflictivas como Nariño, Arauca, el Pacífico y el Meta.
- La llegada del general Pedro Sánchez como Ministro de Defensa en 2025 marcó otra etapa del remezón institucional: fue el primer militar en liderar la cartera desde 1991, en un giro pragmático que reforzó el enfoque en seguridad nacional.
- En paralelo, el Estado reconoció necesidades logísticas urgentes. El presidente Petro anunció en junio un plan de modernización del armamento de las Fuerzas Militares mediante vigencias futuras, para responder al deterioro acumulado en tecnología y vehículos desde hacía años.
- La reestructuración también ha acariciado el bienestar de la base: se aumentaron las bonificaciones y partidas de alimentación, y se iniciaron proyectos de recreación para soldados, aunque surgieron alertas sobre déficit presupuestales para operaciones.
En conjunto, estos cambios estratégicos han sido presentados por el Ejecutivo como vitales para modernizar y profesionalizar la institución, alejarse del legado autoritario del pasado y poner énfasis en una fuerza más alineada con la justicia social y la paz democrática.