La frase de Daniel Quintero, “Abelardo de la Espriella. Ladroncito metrosexual. No te vistas que no vas. Vamos a mandar la derecha a la mierda”, se ha viralizado rápidamente, marcando una nueva tensión entre los dos precandidatos de diferentes vertientes políticas. Esta declaración, cargada de un lenguaje poco convencional para el debate público, evidencia la estrategia de confrontación directa que podría caracterizar el camino hacia la contienda presidencial de 2026.
El mensaje de Quintero no solo busca descalificar a De la Espriella personalmente, sino que también va dirigido a un sector ideológico más amplio: “Vamos a mandar la derecha a la mierda”. Esta retórica agresiva prefigura una campaña donde los ataques personales y la polarización ideológica podrían ser predominantes, buscando movilizar a las bases electorales a través de la indignación y la identificación con figuras que no temen usar un lenguaje provocador.
Candidaturas presidenciales: El camino de Daniel Quintero y Abelardo de la Espriella hacia 2026
El cruce de palabras entre Daniel Quintero y Abelardo de la Espriella pone en el centro de atención sus respectivas aspiraciones presidenciales para 2026. Ambos personajes, con perfiles y bases de apoyo marcadamente diferentes, representan dos polos de la política colombiana.
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Por un lado, Abelardo de la Espriella ha formalizado su precandidatura presidencial, lanzando recientemente su “kit de batalla Firme por la Patria”. El abogado ha manifestado que “la Patria no se defiende desde el sofá. Se defiende en la calle, puerta a puerta, hombro a hombro”, en un claro llamado a la movilización de sus seguidores y a una defensa activa de lo que él considera los principios democráticos y conservadores del país.
Su estrategia se centra en una crítica contundente al actual gobierno y a las políticas de izquierda, buscando capitalizar el descontento de ciertos sectores de la población. Aunque no se han publicado comunicados oficiales sobre su campaña por parte de su equipo, sus declaraciones en redes sociales y el lanzamiento de su kit confirman su intención de competir.
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Por otro lado, Daniel Quintero Calle, exalcalde de Medellín, se proyecta como una figura de centro-izquierda, con un discurso que a menudo interpela a los sectores populares y críticos del establecimiento. Aunque Quintero no ha lanzado formalmente un “kit de batalla” o un movimiento específico como De la Espriella, sus continuas apariciones públicas y sus pronunciamientos políticos, como el reciente ataque a De la Espriella, lo posicionan claramente en la órbita de las posibles candidaturas presidenciales para el sector alternativo o progresista. Su capacidad de generar controversia y conectar con un electorado específico a través de las redes sociales y un lenguaje directo, lo convierten en un actor relevante a seguir.
Ambas figuras representan aproximaciones distintas a la política y prometen una contienda electoral vibrante y polarizada. La confrontación directa, como la que se vio con el reciente comentario de Quintero, podría convertirse en una constante a medida que se acerquen los comicios de 2026, donde cada palabra y cada ataque buscarán captar la atención del electorado y perfilar el futuro de Colombia.