El café colombiano ya no es solo una carta de presentación para el mundo, ahora también es un motivo de orgullo para el consumo local. Durante muchos años el mejor grano salía del país para consumo en el exterior. Sin embargo, el auge del café de especialidad tostado en origen ha permito que en Colombia se saboree.
Con un crecimiento empresarial del 26 % y un consumidor más exigente, el país comienza a vivir una revolución cafetera que transforma la forma en que se produce, se consume y se exporta.
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Local, artesanal y con historia es el café tostado que mueve a Colombia
“Cada vez más colombianos buscan y valoran más la calidad del café que se produce en Colombia. Este cambio fortalece el consumo interno y prepara a nuestras microempresas para que puedan, en su momento, acceder a mercados internacionales”, dijo Carolina González, especialista del programa Colombia Más Competitiva, durante el evento “Café tostado: del consumo local al mercado global”, una iniciativa de la cooperación suiza liderada por SECO e implementada por Swisscontact.
Según la Federación Nacional de Cafeteros, el 98,5 % de los hogares en Colombia consumen al menos una taza de café a la semana, y aunque el consumo per cápita (2,8 kg) aún está por debajo de países como Costa Rica (4 kg) y Brasil (5,8 kg), el crecimiento ha sido notable: 10 % en volumen y 25 % en valor, impulsado por cafés de especialidad que ya representan el 11 % del mercado.
Esta nueva preferencia ha impulsado la creación de empresas: de 338 en 2019 se pasó a 1.014 en 2024, según Confecámaras. Sin embargo, solo el 12 % de ellas logró exportar en el último año. La mayoría son microempresas que han encontrado en el mercado interno una vitrina para crecer, profesionalizarse y aspirar a mercados internacionales.
La coordinadora del programa Colombia Más Competitiva, Claudia Sepúlveda, explicó que “el crecimiento del 16 % en las exportaciones de café tostado es una muestra clara de cómo la articulación entre productores, sector privado y cooperación internacional puede dinamizar cadenas de valor con alto potencial. Desde el programa Colombia Más Competitiva, continuamos apostando por proyectos que fortalezcan la calidad, la diferenciación y la sostenibilidad del café colombiano, especialmente en mercados exigentes”.
De acuerdo la organización, el reto es grande ya que se deben escalar capacidades productivas, cumplir con normativas internacionales, acceder a tecnología especializada y construir relaciones comerciales.
“En Swisscontact reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de los cafés especiales de Colombia. A través de iniciativas como Colombia Más Competitiva y nuestra alianza estratégica con Starbucks, trabajamos por una caficultura más inclusiva, donde las mujeres productoras mejoren sus condiciones de vida y encuentren en el café una verdadera oportunidad de desarrollo”, agregó Enrique Maruri, director de Swisscontact Colombia.

