El actual jefe del despacho presidencial, Alfredo Saade, volvió a referirse públicamente a las críticas que ha recibido por autodenominarse pastor, a pesar de no presentar documentación formal que lo acredite. En una entrevista con Blu Radio, el funcionario explicó los fundamentos de su vocación religiosa y rechazó los señalamientos que ponen en duda su labor espiritual.
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Según explicó Saade, su entendimiento del rol pastoral no se basa en credenciales ni estructuras convencionales. “A algunos les molesta que Dios me haya llamado a un pastorado diferente al que se ha acostumbrado la nación”, declaró durante la entrevista.
Desde su perspectiva, predicar va más allá de liderar un templo. “Yo soy como Jesucristo en la calle: yo ando en la calle y cuando puedo, predico en la calle. Yo tengo una gran preocupación, pero también hablar todo el tiempo de Dios es predicar”, afirmó.
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Saade señaló que fue fundador de la iglesia cristiana Levántate, inscrita legalmente ante el Ministerio del Interior. Aunque aclaró que en la actualidad no figura como representante legal de la misma debido a las responsabilidades que ahora asume en el Gobierno Nacional, insistió en que su vínculo con la organización es legítimo y verificable.
“Aquellos que me han insultado y han dicho tantas cosas de mí, lo más fácil que podrían haber hecho era ir al Ministerio del Interior, preguntar por mí y ahí hubieran encontrado que yo tenía mi nombre registrado”, comentó.
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Frente a la insistencia de algunos sectores por exigirle credenciales que lo acrediten como pastor, Saade fue enfático: “Nunca he mostrado credenciales porque en los municipios, en la montaña y en los barrios pequeños hay pastores que predican la palabra de Dios y no se puede ir a pedirles credenciales a ellos”.
Para él, ser pastor es una labor basada en la fe y el servicio. “Esto es una vocación, es un llamado de Dios y para ser pastor no se necesitan credenciales, solo se necesita el llamado, la vocación y llevar un buen servicio al que lo necesita”, concluyó.