Una sonrisa seductora, un perfil atractivo en redes sociales y un nombre diferente cada vez. Así comenzaba el engaño de Melissa Porras Domínguez, la mujer acusada de encabezar una modalidad de robo que ha dejado al menos 11 víctimas en Bogotá. Bajo seudónimos como ‘Salomé’, ‘Alejandra’, ‘Gabriela’ o ‘Erika’, Porras habría utilizado plataformas de citas para contactar hombres, ganarse su confianza y luego despojarlos de sus pertenencias mientras se encontraban bajo efectos de drogas.
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Una modalidad de robo silenciosa, pero efectiva
Según la Fiscalía General de la Nación, el modus operandi de Porras incluía intercambios de mensajes y fotografías por redes sociales, hasta llegar a concretar encuentros presenciales. Estos encuentros, casi siempre en las viviendas de las víctimas, eran el escenario perfecto para ejecutar su plan: ofrecerles una bebida adulterada con medicamentos psicotrópicos que los dejaban completamente indefensos.
Una vez drogados, la mujer habría aprovechado para robar objetos de valor, dinero en efectivo y hasta vaciar cuentas bancarias. Las autoridades estiman que el monto total de lo hurtado supera los 400 millones de pesos colombianos.
La captura de Melissa Porras en Ciudad Bolívar
Gracias a labores de inteligencia e investigaciones de la Fiscalía, se logró dar con el paradero de la sospechosa. Fue capturada en el barrio El Paraíso, en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, por agentes del CTI en cumplimiento de una orden judicial.
Ya ante un juez de control de garantías, Porras fue imputada por los delitos de hurto calificado y hurto por medios informáticos, ambos agravados. Aunque no aceptó los cargos, fue enviada a prisión preventiva mientras avanza el proceso judicial en su contra.
