Bogotá no se detiene. La Secretaría de Educación del Distrito confirmó que las clases en colegios públicos se mantendrán el martes 11 de junio, pese al anuncio de participación en protestas por parte de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE). En un mensaje contundente, la administración distrital recalcó que el derecho a la educación es irrenunciable y no será vulnerado por movilizaciones.
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“El derecho a la protesta está garantizado, pero el derecho a la educación es prevalente y obligatorio”, señala el comunicado oficial emitido este domingo. Según el documento, se mantiene vigente el acuerdo firmado entre la Secretaría de Educación y la ADE, donde se establece que las jornadas escolares no deben interrumpirse bajo ninguna circunstancia.
Clases sí, protestas también… pero fuera del horario escolar
El Distrito fue claro: quienes se ausenten parcial o totalmente de las aulas podrían enfrentar medidas disciplinarias. Las manifestaciones deben hacerse fuera del horario escolar.
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“Se procederá con las medidas administrativas que correspondan para quienes incumplan el acuerdo y afecten la jornada escolar”, advirtió la Secretaría.
El pronunciamiento se da en un momento clave, cuando aún no se ha aclarado cómo se sumarán los docentes a las marchas del 11 de junio ni qué impacto real tendrán en la asistencia estudiantil.
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700 mil razones para no suspender clases
Actualmente, más de 700 mil estudiantes asisten a diario a los colegios públicos de Bogotá, donde también se distribuyen más de 866 mil raciones alimentarias a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE). Para el Distrito, suspender la jornada representa una afectación directa al bienestar integral de la niñez y la adolescencia.
“Este compromiso es con la educación, con los estudiantes y con sus familias. La armonización entre protesta y educación debe garantizar la continuidad de las clases”, puntualizó la entidad.