En la noche del sábado 24 de mayo, una patrulla de la Policía Nacional fue emboscada en el sector rural de Morichal, municipio de Villa del Rosario, Norte de Santander. Presuntos integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacaron con ráfagas de fusil a los uniformados, resultando en la muerte del subintendente Luis Alfredo Argote Rincón, de 38 años, y dejando herido al intendente que lideraba la patrulla. El conductor del vehículo salió ileso.
El brigadier general William Quintero Salazar, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, confirmó que los uniformados fueron sorprendidos mientras realizaban labores de patrullaje en una zona con antecedentes de presencia armada ilegal. Los atacantes también incineraron la camioneta oficial en la que se movilizaban los policías.
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La Policía Nacional, en coordinación con la Alcaldía de Villa del Rosario, anunció una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que permita ubicar y capturar a los responsables del atentado. Este domingo 25 de mayo se llevará a cabo un consejo extraordinario de seguridad con participación de la Gobernación de Norte de Santander para evaluar la situación de orden público y definir posibles medidas adicionales.
Violencia del ELN en Cúcuta durante 2025: una escalada sin precedentes
La región de Cúcuta y su área metropolitana han sido escenario de una escalada de violencia protagonizada por el ELN durante 2025. Según informes de la Policía Nacional, se han registrado múltiples ataques con explosivos y armas de fuego, afectando tanto a la fuerza pública como a la población civil.
En febrero, el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, decretó toque de queda en toda la ciudad tras una serie de atentados atribuidos al ELN, incluyendo la detonación de explosivos en peajes y estaciones de policía, que dejaron varios heridos y generaron pánico entre los habitantes.
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Además, la violencia ha provocado una crisis humanitaria en la región. Más de 15.000 personas han sido desplazadas de sus hogares en el Catatumbo y han buscado refugio en Cúcuta, donde las autoridades locales han habilitado albergues temporales y brindado asistencia humanitaria con el apoyo de organizaciones internacionales.
El Gobierno nacional ha respondido a esta situación reforzando la seguridad en la zona con el despliegue de más de 100 nuevos policías y la implementación de operativos especiales para contrarrestar las acciones del ELN.
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A pesar de estos esfuerzos, la presencia del ELN y otros grupos armados ilegales continúa generando temor y afectando la estabilidad de la región fronteriza, lo que ha llevado al Gobierno a considerar nuevas estrategias para enfrentar esta problemática.