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“Sentí ganas de matar”: Brayan Campo asesino de Sofía Delgado, hizo perturbadora confesión sobre el crimen

Según la confesión de Campo, minutos antes de encontrarse con Sofía en la entrada de su local, ya había tenido contacto con otra menor, a quien dejó ir

Un juez del municipio de Palmira, legalizó la captura de Brayan Campo, señalado de asesinar a Sofía Delgado.
Un juez del municipio de Palmira, legalizó la captura de Brayan Campo, señalado de asesinar a Sofía Delgado. (Captura de pantalla: redes sociales)

El caso del asesinato de Sofía Delgado, una niña de 12 años en Candelaria, Valle del Cauca, ha conmovido profundamente a Colombia. Brayan Campo, condenado a 58 años y tres meses de prisión por feminicidio agravado, secuestro y ocultamiento de pruebas, rompió su silencio en una entrevista para el pódcast Conducta Delictiva. Su testimonio ha dejado al país estupefacto por la frialdad y crudeza con la que relató los hechos.

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Según la confesión de Campo, minutos antes de encontrarse con Sofía en la entrada de su local, ya había tenido contacto con otra menor, a quien dejó ir. Poco después, al salir a guardar un cartel de publicidad del negocio, vio a Sofía y decidió atraerla con la promesa de un obsequio. “Yo le dije que ingresara porque le iba a regalar algo y ahí la golpeé en la cabeza”, afirmó Campo. Utilizó una cuchara metálica de gran tamaño, comúnmente usada para servir alimento a las mascotas, para propinarle un golpe contundente que la dejó inconsciente. “Ella cayó y quedó como inconsciente. Ahí volví a aterrizar y me azaré porque no sabía qué hacer”, añadió.

Brayan Campo cuenta lo que hizo con el cuerpo de Sofía tras el asesinato

Tras el ataque, Campo no comprobó si Sofía seguía con vida. “Yo me fui, pero no la toqué para sentirle los signos vitales ni nada”, sostuvo. Esa parte de la narración coincide con las versiones de los investigadores, quienes sospechaban que la niña aún respiraba tras el primer golpe. Después de abandonar el local, intentó actuar con aparente normalidad, volvió a su casa y almorzó junto a su familia, aunque admitió que la imagen de lo ocurrido no se despegaba de su mente. Más tarde, regresó al lugar del crimen mintiéndole a su esposa con el pretexto de que iría al mecánico. Fue entonces cuando trasladó el cuerpo de Sofía al sitio donde finalmente fue hallado. “Llegué al local y ahí decidí llevar el cuerpo hasta donde lo encontraron”, reveló.


“Mi mente solo decía que matará a alguien”

Un aspecto inquietante de su testimonio fue la afirmación de que nunca antes había visto a Sofía. Según dijo, el encuentro fue completamente fortuito. “En ese momento yo no pensé en nadie, en mi mente solo estaba esa voz que me decía que matara a alguien”, confesó. Este relato ha generado preocupación sobre la posible existencia de un patrón en los crímenes de Campo, dado que tanto Sofía como otras víctimas potenciales llevaban el mismo nombre. “Realmente la primera persona que empezó a advertir eso fui yo. Al conocer la información de que todas las niñas se llamaban igual, es probable que tenga un patrón”, añadió la alcaldesa de Candelaria.

La condena a 58 años y tres meses de prisión refleja la gravedad del delito y el rechazo social que provocó. Campo insiste en que actuó solo y que nadie más estuvo involucrado, “todo lo hice solo”, reiteró. Este caso ha reavivado el debate sobre la cadena perpetua en Colombia, especialmente para quienes cometen crímenes contra menores. La familia de Sofía y la comunidad han expresado su satisfacción con la sentencia, aunque también han pedido que se revisen las penas contra asesinos de niños.

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