Una nueva controversia sacude el escenario político colombiano tras la publicación de otra carta firmada por el excanciller Álvaro Leyva, en la que lanza nuevas acusaciones que comprometen directamente al presidente Gustavo Petro. A lo ya dicho sobre presuntos problemas de drogadicción, se suman ahora insinuaciones sobre una posible enfermedad del mandatario, lo que ha provocado reacciones desde distintos sectores del Gobierno y la oposición.
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En ese contexto, la actual ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, rompió su silencio con una respuesta que, sin nombrar directamente a Leyva, deja clara su postura frente a los señalamientos. “La diplomacia es una labor de Estado, no de egos. El presidente lidera con compromiso, por la paz. Lo respaldan sus acciones, no necesita defenderse de los adjetivos de exfuncionarios que hoy solo buscan hacer el daño”, expresó Sarabia.
Más adelante, en su cuenta personal de la red social X, la canciller reforzó su crítica: “Flaco favor al debate las misivas de un exfuncionario hoy sancionado por la Procuraduría por más de 10 años, que insiste en denigrar del presidente”.
Tensiones pasadas y acusaciones cruzadas
La relación entre Sarabia y Leyva ha sido tensa desde su paso compartido por el Gobierno. En una de sus misivas anteriores, con fecha del 22 de abril, el exministro aseguró que el presidente estaba “secuestrado” por Sarabia, el entonces embajador Armando Benedetti y el actual presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa. Además, relató supuestos episodios en los que la actual canciller habría gestionado el acceso a Petro, controlando su agenda y decisiones clave.
“Tantas veces ocurrió lo mismo que, finalmente, comprendió que ella era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”, escribió Leyva en esa carta, generando una fuerte polémica.
Una respuesta fragmentada desde el Gobierno
Las reacciones desde el oficialismo no se han hecho esperar. Funcionarios cercanos al Ejecutivo han calificado las cartas como parte de un intento de desestabilización. El propio presidente Petro, en un acto desde la Casa de Nariño, afirmó: “Lo que ha salido hoy no es un chisme, es un complot”. Sobre Leyva, agregó que fue destituido por la Procuraduría y ahora “quiere echarme la culpa”.
Mientras tanto, miembros de la oposición han aprovechado el contenido de las cartas para exigir explicaciones más detalladas sobre el estado de salud del presidente. Algunos legisladores han pedido públicamente que se someta a exámenes médicos y que sus resultados sean compartidos con la ciudadanía.
El clima político se mantiene cargado de tensión, mientras el Gobierno busca contener los efectos de una controversia que promete seguir escalando.