En medio de las manifestaciones convocadas por su Gobierno por el Día Internacional de los Trabajadores, el presidente Gustavo Petro lanzó fuertes declaraciones en contra de los congresistas que, según él, han obstaculizado su agenda social. Particularmente, apuntó contra la Comisión Séptima del Senado, que hace pocos días votó negativamente el proyecto de reforma laboral, una de las iniciativas más importantes de su administración.
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Petro se refirió al asesinato de un militante de Colombia Humana en el departamento del Cauca: “Es el primer muerto gracias a las decisiones de ese Congreso. A Alberto lo matan por Pinto, por haber negado el tránsito de la ley de la reforma laboral, y aunque no lo ordenó señora Blel, la sangre de Alberto hoy la ensucia a usted”, declaró el mandatario desde la Plaza de Bolívar.
La reforma laboral, radicada por el Ministerio de Trabajo, tenía como objetivo principal mejorar las condiciones de contratación, reducir la informalidad y reforzar los derechos laborales de millones de trabajadores colombianos. El proyecto incluía cambios en el pago de recargos nocturnos, dominicales y festivos, así como nuevas normas para regular los contratos temporales y de prestación de servicios. Según el Ministerio, beneficiaría especialmente a mujeres, jóvenes y sectores con alta precarización laboral.
Sin embargo, el pasado 23 de abril, el proyecto fue archivado en la Comisión Séptima del Senado con una votación de 9 contra 5, lo que generó una fuerte reacción del Gobierno. El senador Honorio Henríquez, ponente de archivo, argumentó que el texto “no respondía a las necesidades reales del mercado laboral colombiano y generaría más desempleo”.
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En su discurso, el presidente Petro también denunció una supuesta desconexión entre el Congreso y la realidad del pueblo trabajador. Para él, el hundimiento de la reforma no solo es una derrota legislativa, sino una muestra de desprecio por los derechos sociales. “Es el pueblo el que exige justicia laboral y dignidad. El Congreso no puede darle la espalda a millones de trabajadores”.
El contexto de esta declaración está marcado por el proceso paralelo que adelanta el Ejecutivo: la radicación de una consulta popular con temas laborales, pensionales y de salud, que busca someter directamente a votación ciudadana lo que el Congreso no ha aprobado.
El asesinato del militante, cuyo nombre completo no fue revelado durante el discurso, se habría producido en medio de un contexto de conflictividad política en el sur del país. Aunque las autoridades aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre los móviles del crimen, las palabras del presidente elevan la tensión política en torno al Congreso y su rol frente a las reformas del Gobierno.